La desaparición de las cajas de ahorros gallegas y su conversión en un banco privado protagonizó ayer el enfrentamiento entre el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y la oposición, en la que PSdeG y BNG le recriminaron la pérdida de las entidades, tras avalar una fusión que derivó en un banco privado. "La conclusión es que hubo un comprador sagaz, un vendedor torpe y un presidente de la Xunta irresponsable", afeó el socialista José Luis Méndez Romeu. "Es un auténtico pelotazo", clamó el nacionalista Francisco Jorquera.

El asunto regresó a la Cámara después de que se conociese que Abanca ganó 1.157 millones de euros en su primer año tras haber sido adquirida por 1.003 millones, si bien 500 de ellos se corresponden con créditos fiscales y 400 con plusvalías de ventas inmobiliarias, como matizó el propio Feijóo, que defendió la operación por mantener el empleo y su sede en la comunidad. Este, además, reconoció que fue el Rey don Juan Carlos quien le explicó la situación del sistema financiero gallego poco después de tomar posesión en 2009, como reveló el periodista Fernando Ónega en su libro El hombre que pudo reinar, que Romeu sacó a colación. "La primera noticia sobre la situación de las cajas gallegas la tuve a través de su majestad el Rey. Usted, que formaba parte de la comisión de traspaso entre el bipartito y este Gobierno, no dijo nada y me tuve que enterar en la Zarzuela", atacó Feijóo.

Los reproches fueron constantes. Feijóo acusó al PSdeG de ser quien trató de que los gallegos "no tuviesen una entidad financiera radicada en Galicia" por sus críticas a la fusión y aludió al "engaño a miles de vigueses" en la manifestación "para reivindicar lo que habían hecho los directivos" de las entidades.

Por su parte, Jorquera tachó de "expolio" la venta de NCG al banco venezolano dueño ahora de Abanca y subrayó que "no solo no se recuperará un euro de los 9.000 millones de fondos públicos, sino que se pagó por colocarla", en alusión a que la Comisión Europea blindó garantías para el comprador por 2.322 millones. Más tarde, se refirió también a este asunto el conselleiro de Facenda, Valeriano Martínez, que aseguró que los 1.003 millones pagados por Banesco en la adquisición de NCG Banco se llegaron a calificar de "excesivos" en "foros económicos". "La venta fue buena para Galicia", añadió.

La situación económica de Galicia también copó parte del debate. En él, Feijóo culpó a la automoción, al naval y, en menor medida, al sector energético de que Galicia creciese un 0,4% el año pasado, la mitad de lo previsto por la Xunta y un punto menos que la media estatal. "Tenemos un problema con la industria", dijo, centrándose en los dos primeros sectores, si bien apuntó que PSA invertirá 600 millones de euros en sus nuevas furgonetas garantizando proyectos durante 10 años y que el naval ya está comenzando a trabajar en sus pedidos. "Igual también soy responsable de los resultados de PSA Citroën o de que en dos años los astilleros no pudieran producir barcos por el tax lease", se defendió el jefe del Ejecutivo autonómico. "De 21 barcos anunciados, dos adjudicados", le afeó Jorquera sobre los compromisos de la petrolera mexicana Pemex.

Feijóo mantuvo su "optimismo" para este año frente a las críticas de la viceportavoz de AGE, Yolanda Díaz, que lo culpó del "diferencial negativo" de la economía gallega, en la que el peso de la inversión pública supera ya a la iniciativa privada.