Las de ayer fueron las últimas cuentas presentadas por Pescanova antes de la determinante junta extraordinaria de accionistas de septiembre. El núcleo duro de la banca acreedora, llamado G7, liderará el rescate de la compañía siempre y cuando los socios aprueben la reestructuración societaria y la ampliación de capital. Ahora mismo estas entidades (Sabadell, Popular, Abanca, Bankia, CaixaBank, BBVA y UBI Banca) mantienen activas tres líneas de crédito en favor de Pescanova. La última, de 30 millones de euros. Todas ellas vencen en septiembre. Como consta en la memoria, el G7 podrá declarar "unilateralmente y con carácter inmediato" el vencimiento anticipado de las tres líneas de financiación, que superan los 83 millones. Esto sucedería si la junta no validase lo que está previsto en el convenio, ya que Pescanova entraría en causa de liquidación.