Los sindicatos y la dirección del grupo Indra llegaron ayer a un principio de acuerdo sobre el expediente de regulación de empleo con el que la empresa pretendía a despedir a 1.850 trabajadores de Indra Sistemas. La empresa aceptó rebajar los despidos a 1.400, y abrirá además un plazo de un mes y medio para que los trabajadores que lo deseen acepten bajas voluntarias a cambio de una indemnización de 40 días por año trabajado siempre y cuando la suma total no supere el equivalente al salario de 24 meses. En caso de que las bajas voluntarias no cubran los 1.400 empleos, Indra seleccionará a los restantes según los mismos criterios que aplicó en el planteamiento inicial del ERE.