El juzgado de lo Mercantil número 1 de A Coruña acaba de avalar el despido colectivo presentado por Rede Galega de Kioscos (Regaki) para sus 62 trabajadores y ratifica las condiciones planteadas por la empresa tras finalizar el periodo de consultas sin acuerdo: la indemnización mínima permitida por ley, 20 días por año trabajado y un máximo de 12 mensualidades. El auto del juez sustituto del juzgado, José María Fernández Abella, fechado el pasado viernes día 7, considera justificadas las causas económicas y productivas alegadas por la firma dependiente de Galega de Economía Social (GES). "Basta con cotejar la solicitud presentada por el administrador concursal el día 9 de junio de 2015 para comprobar que en dicho escrito se contiene una exposición y justificación de la medida solicitada [en referencia al ERE de extinción]", reza la resolución judicial.

De hecho, el juez responde de esta forma a las alegaciones de la representación de los trabajadores, que cuestionaba la realidad patrimonial de la empresa y denunciaba que la dirección no había entregado la documentación que permitiría conocer la verdadera situación económica de Regaki. Y a este argumento añade que las razones económicas y productivas que justifican el despido colectivo quedan acreditadas en el auto de declaración del concurso de acreedores de Rede Galega, "que no fue objeto de impugnación alguna". "Los resultados de los tres últimos ejercicios contables tienen como denominador común una fuerte bajada de la facturación, debido al notable descenso de la demanda y a la necesidad de acometer cierres de determinados kioscos deficitarios. Desde 2009 hasta 2013 la facturación de la compañía cayó un 27% y los resultados de los últimos ejercicios han sido negativos en cifras elevadas", resume Fernández Abella. Por esta mala evolución de la actividad y por las pérdidas acumuladas, explica el juez, el patrimonio neto de la firma pasó de 1.075 millones de euros en 2011 a 631 millones en 2013.

El fallo judicial cita la denuncia de los sindicatos de un posible uso fraudulento de más de 700.000 euros concedidos por la Xunta en 2014 a Rede Galega de Kioscos como ayudas a la creación y mantenimiento de puestos de trabajo para personas con discapacidad, pero no entra a analiza esas posibles irregularidades. El juez considera que las responsabilidades -"de acreditarse una desviación en la finalidad de las ayudas"- deberán depurarse tras el análisis que la administración concursal de realizar sobre "la actuación de los administradores sociales" y adoptar las acciones oportunas para resarcir a los afectados por el concurso de acreedores.

El juez sustituto del juzgado de lo Mercantil número 1 de A Coruña también rechaza el planteamiento de la representación sindical de ejecutar una suspensión de los contratos de trabajo -ERE temporal- o una reducción de jornada, en vez del despido colectivo, al considerar que son medidas de efecto temporal "que se corresponden con situaciones en las que, si bien debe paralizarse o reducirse el trabajo, existen expectativas fundadas de recuperación, al cabo de cierto tiempo, del ritmo ordinario de producción o de la actividad empresarial".

"De ahí que no quepa acudir a esta medida flexibilizadora cuando, tal y como acontece en el supuesto de autos, queda acreditado de manera indubitada que Rede Galega de Kioscos SL ha cesado en su actividad, la situación de la empresa se muestra como definitiva o estructural", reza la resolución judicial.

El juez tampoco entra en los impagos sufridos por los trabajadores desde la entrada en concurso -tienen 10 nóminas pendientes de cobrar- y sostiene que el auto pretende resolver la cuestión del ERE, medida que avala con una indemnización de 20 días por año trabajado y 12 mensualidades.

A la espera de analizar a fondo la sentencia, fuentes sindicales indicaron a este diario que el auto deja a los trabajadores "indefensos" y "sin la posibilidad de acceder a otro empleo".

Contra la resolución cabe recurso de suplicación ante la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), vía que los sindicatos parecen dispuestos a agotar.