China no deja de sacudir los mercados internacionales. A las vertiginosas caídas de sus Bolsas de la semana pasada se han sumando ahora las devaluaciones de la moneda para estimular las exportaciones. El Banco Popular de China rebajó ayer otro 1,62% el tipo de cambio de referencia del yuan con respecto al dólar, después de que el martes lo hiciera en un 1,9%.

La segunda devaluación fue seguida por una caída de la cotización del yuan en el mercado, que perdió un 3,5% de su valor en dos días. Además, provocó una caída generalizada en las Bolsas internacionales, incluida la española, que se dejó un 2,44%, la mayor caída desde el 29 de junio, cuando los inversores temían un Grexit. Los valores más expuestos a las exportaciones chinas siguieron cayendo.

El gigante asiático ha abierto la puerta a una guerra de divisas, según los analistas. La decisión influye al resto de países emergentes, que pueden maniobrar en la misma dirección para que sus exportaciones no se resientan. Mientras se discute sobre si el nuevo sistema de cambio y las consecuentes devaluaciones suponen un paso hacia la liberalización de la segunda economía mundial, la moneda ha perdido en dos días alrededor de un 3,5% de su valor y amenaza con bajar aún más. El banco central chino apuntó ayer en un comunicado que puede haber "fluctuaciones significativas" del tipo de cambio de referencia del yuan a corto plazo, hasta que el nuevo mecanismo cambiario se asiente. El Banco Popular apeló a la menor cotización de la moneda china de ayer respecto al tipo de cambio de referencia y al funcionamiento del recién adoptado mecanismo para reducir otra vez el valor del yuan (el 1,62 %), que se sumó a la devaluación de casi un 2% del martes.

El banco central chino definió la variación como "normal" y señaló que está "bajo control". Ayer, la cotización de la divisa asiática en el mercado fue de más de 6,4 yuanes por dólar, con lo que es previsible que hoy haya otra depreciación.

El nuevo mecanismo cambiario fue calificado como un "buen paso" por el Fondo Monetario Internacional (FMI), al que Pekín busca contentar con esta reforma para que vea con mejores ojos la inclusión del yuan en su divisa interna, llamada Derechos Especiales de Giro (SDR, en inglés).

La devaluación de la divisa china ha provocado un terremoto en los mercados financieros internacionales, que ahora se preguntan cuánto puede bajar el yuan. En Europa la decisión de China ha extendido las pérdidas en las Bolsas, encabezadas por París, con una caída del 3,4 %; Fráncfort, el 3,27%; Milán, el 2,96 %, en tanto que Londres cedió el 1,40 %. En España, el Ibex-35 perdió un 2,44%, la mayor caída desde el 29 de junio pasado. Todos los grandes valores acabaron con pérdidas, lideradas por la multinacional coruñesa Inditex, compañía que tiene en China su segundo mayor mercado, con 500 tiendas, y donde está registrando su mayor expansión en los últimos ejercicios. Las devaluaciones del yuan pueden provocar también una caída de precios en el mercado de las materias primas industriales, lo que afecta a otras empresas con plantas en Galicia como Alcoa y favorece las exportaciones del metal chino.