Los contratos de trabajo con una duración de una semana o menos firmados entre enero y julio de 2015 superaron la cifra de 2,6 millones y supusieron casi el 25% de las contrataciones, siete décimas más que los suscritos un año antes, según los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). Entre enero y julio se firmaron 2.633.296 contratos de una semana o menos, que representaron el 24,9% del total, mientras que un año antes se formalizaron en el mismo periodo 2.302.511 contrataciones de la misma tipología, el 24,2% de todas las registradas.

El economista Luis Zarapuz, del gabinete económico de CCOO, explicó a Efe que este repunte de los contratos de corta duración es congruente con una salida de la crisis enmarcada en el empleo precario y recordó que durante la crisis se ha aprovechado para dar una vuelta al mercado de trabajo y se han dado más facilidades para que las empresas contraten barato.