Pese a estar en pleno agosto, los expertos de la auditora Ernst & Young trabajan con celeridad para cerrar los balances de fusión de las filiales españolas que se integrarán dentro de Pescanova España SL, una sociedad ya constituida con 3.000 euros de capital social. En esta compañía entrarán todas las subsidiarias estatales a excepción de Harinas y Sémolas del Noroeste (Hasenosa), Insuiña y Novapesca Trading, y todas ellas están domiciliadas ya en la parroquia de Redondela, donde Grupo Pescanova tiene su sede central. Los balances de fusión de las filiales se hacen con datos a 30 de junio, por lo que en la compañía no han tenido que publicarlos al mismo tiempo que los de la matriz, que cierra su primer semestre a 31 de mayo.

Estos resultados no se harán públicos hasta la convocatoria de la junta general extraordinaria de accionistas, que por convenio debe celebrarse antes del 30 de septiembre. Como su convocatoria debe hacerse pública con un mes de antelación, el consejo tiene quince días para notificarlo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Eso sí, los consejeros dudan incluso de que tengan la obligación de convocar la asamblea en este plazo ya que este punto aparece en el convenio de las filiales, no en el de la matriz. Desde la compañía no han respondido a este periódico sobre si ha habido contactos con los acreedores para cerrar fechas y consensuar la orden del día del cónclave.