Estos resultados no se harán públicos hasta la convocatoria de la junta general extraordinaria de accionistas, que por convenio debe celebrarse antes del 30 de septiembre. Como su convocatoria debe hacerse pública con un mes de antelación, el consejo tiene quince días para notificarlo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Eso sí, los consejeros dudan incluso de que tengan la obligación de convocar la asamblea en este plazo ya que este punto aparece en el convenio de las filiales, no en el de la matriz. Desde la compañía no han respondido a este periódico sobre si ha habido contactos con los acreedores para cerrar fechas y consensuar la orden del día del cónclave.