El presidente del comité de empresa de la fábrica que la aluminera Alcoa tiene en A Coruña, Juan Carlos López Corbacho, alertó ayer de que una subasta eléctrica "desfavorable" a los intereses de la planta coruñesa sería "una catástrofe" para el futuro del centro de trabajo y de los más de 400 empleos que dependen de él. El representante de la plantilla coruñesa insistió ayer en que es vital para la factoría lograr unos incentivos eléctricos que le permitan ser competitiva para afrontar las actuales dificultades del mercado mundial del aluminio. El pasado martes el presidente de Alcoa en España, Rubén Bartolomé, trasladó a los trabajadores la "situación crítica" que atraviesa el sector del aluminio a nivel global y, especialmente, las plantas españolasAlcoa que, aseguró, están sufriendo importantes pérdidas.

El descenso del autoconsumo de aluminio en China provoca que los productores del país asiático miren al exterior, con lo que el aumento de la oferta provoca una saturación del mercado y que los precios se hundan. Esta situación deriva en la pérdida de márgenes en empresas como Alcoa que lastra sus resultados.

El aviso de Bartolomé no cogió por sorpresa a la plantilla coruñesa pero sí que provocó una mayor preocupación puesto que el futuro de la planta ya no depende solo del resultado de la subasta de la interrumpibilidad de la próxima semana. "La situación es mala", admitió López Corbacho sobre la situación del mercado mundial del aluminio, pero también por el actual sistema de puja eléctrica. "Si la subasta no es favorable, será una catástrofe", apuntó el portavoz de la plantilla, que ve un buen resultado en el reparto de los incentivos eléctricos como el primer paso para que las fábricas españolas -A Coruña, San Cibrao (Lugo) y Avilés (Asturias)- puedan competir en igualdad de condiciones con el resto de plantas de Alcoa y luchar por su supervivencia futura.

"La falta de competividad viene por la falta de inversión que hubo -dijo López Corbacho en alusión a la empresa-, pero también por la falta de un marco eléctrico estable". "La empresa aún está pagando los errores del pasado, con costes eléctricos superiores a los de 2014", añadió el presidente del comité de empresa de la factoría coruñesa.

Mientras, representantes de partidos políticos como IU y PP criticaron las "amenazas" de cierre de plantas lanzadas por Alcoa justo antes de la subasta de la interrumpibilidad. Gaspar Llamazares, mostró ayer su preocupación por la situación de la multinacional aluminera y por las informaciones que ponen en cuestión su futuro "cada vez que se acerca una nueva subasta de electricidad". "Tengo la impresión de que el apoyo que tuvo la empresa en la última subasta no ha sido correspondido", lamentó el dirigente de IU. En su opinión, Alcoa no cumplió sus obligaciones en materia de inversiones que permita garantizar el futuro de sus plantas españolas.

Mientras, la diputada nacional del PP Carmen Rodríguez Maniega instó a la aluminera a que presente un plan industrial de futuro dotado de inversiones y abandone su política de "seguir parcheando como viene haciendo hasta la fecha".