Desde hoy mismo, y hasta el 30 de noviembre, se puede solicitar el bono de alquiler social para hogares en situación de desahucio de la vivienda habitual por impagos. Antes de fin de año, la Xunta espera que unas 300 familias se hayan beneficiado ya de esta nueva línea de ayudas, mediante las que el Gobierno gallego contribuye con 150 euros al mes al pago del arrendamiento durante un máximo de dos años, hasta un total de 3.600 euros La subvención establece también la posibilidad de otorgar a los hogares un complemento puntual de 450 euros si tras un desahucio van a formalizar un nuevo contrato de alquiler para echarles una mano con la fianza y el alta de luz y agua o para atender deudas pendientes derivadas del contrato si al final pueden seguir en la vivienda objeto de desahucio.

El bono de alquiler fue una de las medidas sociales anunciadas por el Gobierno gallego tras las elecciones del 24 de mayo, junto a a la exención del copago farmacéutico a cien mil gallegos, un cheque para adquirir material escolar o el convenio con varios bancos para evitar el desahucio por impagos. En su momento, el titular del Ejecutivo gallego, Alberto Núñez Feijóo, avanzó que la Xunta aspiraba a ayudar con el bono de alquiler social a 750 familias cada año, de aquí a 2017.

Antes de fin de año serán 300 las beneficiadas, según explicó ayer la conselleira de Medio Ambiente, Ethel Vázquez, pero anunció ya que la orden para 2016 se publicará antes de enero. La inversión prevista para el programa hasta 2017 es de 3 millones, aunque por ahora la orden publicada ayer en el Diario Oficial de Galicia fija una partida para este año de 255.000 euros y dos más que suman otros 765.000.

Limitaciones

No todas las familias que tienen una resolución judicial de desahucio por impago de alquiler (cuyo contrato debe ser por al menos doce meses) se podrán acoger a las ayudas. Si pasaron más de tres meses de la resolución judicial, se quedan fuera. Asimismo hay un tope de ingresos: 1.164,87 euros al mes para una familia de tres miembros. También se fijan unos precios máximos de alquiler en función de la ubicación de la vivienda: 400 euros en A Coruña, Vigo, Santiago, Ourense y Pontevedra; 350 para un listado de 66 municipios que registran precios de alquiler medio (incluidas las ciudades de Ferrol y Lugo) y de 300 para el resto, la mayoría. No obstante, en todos los casos esos límites se amplían un 20% si en casa reside una familia numerosa o está adaptada para miembros con necesidades especiales.

La conselleira de Medio Ambiente destacó que la Xunta no se dará por satisfecha mientras "una sola familia esté en riesgo de quedar sin hogar" y que la meta del Gobierno gallego es la "erradicación definitiva" de los desahucios. En esa línea, recordó que la Administración autonómica trabaja con entidades bancarias para evitar desahucios por impago de hipoteca a cambio del pago de una renta social y para que estas pongan a su disposición un banco de viviendas vacías para realojos por impago del alquiler.