La plantilla coruñesa de Alcoa, que emplea en su planta de A Grela a 400 trabajadores más otro centenar de puestos indirectos, está en un sinvivir por la inexplicable incertidumbre sobre el resultado de la puja eléctrica cerrada el jueves por el Gobierno, que puede condicionar la viabilidad de la factoría. La multinacional amenazó con cerrar las plantas de A Coruña y Avilés tras las subastas eléctricas del año pasado y, días antes de las de este 2015, el presidente de Alcoa en España sembró todas las alarmas sobre su futuro como consecuencia del desplome del precio del aluminio en el mercado mundial por las agresivas importaciones chinas.

En esta tesitura, Alcoa reclama al Gobierno mayores incentivos en el coste de su factura eléctrica para compensar la bajada de los precios de su producto. Especialmente en su planta coruñesa, cuya tecnología produce un aluminio de gran calidad pero con un alto consumo eléctrico.

Todas las esperanzas están puestas en el resultado de la puja eléctrica celebrada finalizada este jueves pasado, pero la angustia de los trabajadores no se despejará hasta el lunes, cuando la empresa ha citado al comité para comunicarles oficialmente qué ha pasado en la subasta, una "opacidad" que la plantilla de Alcoa critica.

"Mantener tanto tiempo la incertidumbre sobre el resultado de una puja que puede tener graves consecuencias es una mala arte. Esto es una subasta organizada por el Gobierno y en consecuencia debería saberse al momento lo que ha pasado. Estas cosas deberían hacerse con luz y taquígrafos", critica Juan Carlos López Corbacho, presidente del comité de la planta de Alcoa en A Coruña. "Esta pesada incertidumbre es una muestra más de que este sistema de puja es caótico", añade. Los resultados generales de la subasta se conocieron ayer por la tarde, aunque Red Eléctrica no comunicará oficialmente hasta el lunes los megavatios asignados a cada uno de los pujantes. Al no conocerse los desgloses de ese resultado general, resulta imposible deducir con fiabilidad como afecta a las empresas y como se dividen los incentivos entre las distintas factorías. Fuentes sindicales de Avilés, donde Alcoa posee una planta, han estimado que en base a esos datos generales de Red Eléctrica Alcoa podría haber perdido casi dos millones en la subasta, respecto al año pasado, si bien reconocen que sólo son especulaciones.

El comité de A Grela declinó sin embargo entrar en esos supuestos, que "solo son especulaciones" y prefiere no hacer valoraciones sobre el resultado de la puja hasta conocer el lunes los datos oficiales.

Dada la falta de información oficial, las especulaciones sobre los resultados se sucedieron durante toda la jornada. En el caso de que Alcoa haya logrado la misma potencia que el pasado año, podría haber perdido entre 1,5 y 2 millones por el cambio de los precios. Otras fuentes sostienen que la multinacional se ha quedado con 23 paquetes de 5 megavatios, lo que se traduciría en un millón menos que en la subasta del año pasado.

"La situación del mercado es muy mala, ya que el precio del aluminio ha caído un 25% este año y si no bajan los costes energéticos, el futuro de empresas con un alto consumo de electricidad, como Alcoa, se complicará mucho", reconoce López Corbacho. "Creíamos que este año íbamos a mejorar esas perspectivas en la subasta eléctrica, pero ya veremos que nos dicen el lunes. Siempre hemos estado en contra de este nuevo sistema de puja energética desde que se implantó en 2012, porque veíamos que nos iba a llevar a este callejón sin salida. Es un auténtico despropósito que solo vela por cuadrar las cuentas del Gobierno sin que le importe lo más mínimo las repercusiones que pueda tener en la gran industria. Nos hemos movilizado en su contra desde entonces y seguiremos haciéndolo para conseguir otro sistema de adjudicación que de un horizonte de mayor estabilidad a la industria. De seguir, va a provocar el cierre de factorías y una gran pérdida de puestos de trabajo y el Gobierno será el gran responsable de este desaguisado", asegura.

La Xunta se sumó anoche a las crecientes peticiones al Gobierno para que reforme este sistema. El conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde, demanda "de cara al futuro" un sistema que "dé mucha mayor estabilidad y certidumbre a las empresas" que la subasta de los incentivos por interrumpibilidad.

Fuentes de la dirección de Alcoa quitaron ayer hierro a las alarmantes declaraciones de su presidente sobre el futuro de la planta coruñesa, cuyo posible cierre no se descartaba en estas circunstancias, al señalar que un resultado peor de lo esperado en la puja eléctrica sí afectará a su "competitividad", pero no había que confundirlo con su "continuidad".