El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, comentó ayer que el problema del modelo laboral es que suban los salarios "donde no se pueden subir", por lo que abogó porque quienes puedan incrementar la retribución de los trabajadores lo hagan sin amenazar el empleo y no "de forma generalizada".

Durante un desayuno informativo celebrado ayer, Linde afirmó que la reforma laboral no se ha hecho para no subir los salarios sino para que los incrementen "quienes puedan subirlos" y sin que se tenga que despedir a nadie.

El gobernador del Banco de España explicó que la "idea básica" de la reforma laboral no debe ser corregida, aunque ha admitido que hay aspectos mejorables, entre los que citó la "continua judialización" de algunas de sus disposiciones.

Asimismo, Luis María Linde comentó que el elevado desempleo -en Galicia hay un total de 213.732 profesionales sin trabajo, según los últimos datos del paro publicados en agosto- es uno de los factores de vulnerabilidad de España junto al endeudamiento, que es "mucho peor" que el de otros países europeos y que condiciona la política económica española.

Acerca de las previsiones de crecimiento del Gobierno, Linde afirmó que "está garantizado" que España crecerá en torno al 3% este año y "algo muy parecido" en 2016 si se mantiene la seriedad de la política económica, por lo que afirma que la perspectiva de crecimiento es "bastante buena". Asimismo, el responsable del Banco de España también señaló que es posible bajar del 20% de tasa de desempleo en 2016 porque la reducción del paro "ha ido muy bien".

En otro sentido, Linde consideró que es una "buena idea" renovar el Pacto de Toledo, en el que el consenso es "esencial", e insistió en que lo más básico para garantizar las pensiones es que crezca el empleo.

Respecto a las elecciones generales, asegura que no le preocupa ningún resultado concreto ni ninguna coalición, aunque opina que sería bueno mantener algunos puntos esenciales como el ajuste fiscal.

Además, Linde confió en que el nuevo Gobierno, "sea quien sea", se dará cuenta de los parámetros reales de la economía y tomará "medidas prudentes", y subrayó de igual forma que todo lo que sea alejarse de una política que prime las reformas que mejoren la productividad y el empleo sería "equivocar el camino".