"Es necesario alcanzar un consenso energético a largo plazo y definir dónde estamos y a dónde queremos ir en materia de energía, con independencia de quien gobierne y reconducir los costes adicionales que se trasladaron a la tarifa y que son ajenos al consumo". Ésta es la receta que grosso modo dio ayer el presidente de la Sociedad Nuclear Española (SNE), José Ramón Montalvo, para reducir los precios de la electricidad y dar respuesta a las insistentes demandas de la industria de consumo eléctrico intensivo, como Alcoa, por una tarifa más acorde a sus necesidades.

Montalvo explicó ayer, durante la presentación de la reunión anual de la SNE que se celebra entre hoy y el viernes en A Coruña, que los profesionales de la energía atómica demandan un marco energético estable que permita planificar las inversiones y definir el futuro del mix de generación energética en España. "Actualmente importamos más del 68% de las fuentes de generación eléctrica", recordó para demandar un debate profundo con todos los agentes implicados para decidir cómo va a resolver España sus necesidades energéticas en los próximos años. "Con una red de transporte fuerte, unos porcentajes de producción estables, se puede integrar la generación renovable y establecer un mix energético adaptado a la realidad". El presidente de la SNE recordó que más del 50% de los costes aplicados a la tarifa no tienen que ver con el consumo y podrían, dijo "ir a otros sitios".

Un ejemplo de la inestabilidad regulatoria es por ejemplo la central de Santa María de Garoña, cuyo cierre estaba previsto en 2013 y que actualmente está pendiente de un informe para que el Gobierno decide si finalmente se cierra o no. Montalvo contrapuso esta situación con la norma estadounidense que actualmente prevé una vida útil para las centrales de 60 años. Garoña, defendió, está "actualizada" y cuenta con personal cualificado para mantenerla.

La SNE reivindicó ayer durante la presentación del congreso el papel de la energía nuclear en la lucha contra el cambio climático porque, según sus portavoces, es junto con la renovable, la única que no genera emisiones de CO2. Y su peso en la economía española, con 2.781 millones de aportación al Producto Interior Bruto (PIB) y un total de 27.466 trabajadores, entre puestos directos e indirectos.

La reunión anual que hoy arranca en Palexco reunirá a más de 600 profesionales y expertos en energía nuclear para debatir sobre el presente y futuro del sector en 350 ponencias técnicas, que versarán sobre ingeniería, I+D+i y mantenimiento, entre otras cuestiones.