La tormenta desatada por el grupo alemán Volkswagen, que trucó los motores diésel de algunos de sus modelos para falsear los datos de sus emisiones contaminantes, amenaza con arrastrar al resto del sector, sobre todo a las marcas europeas -que dominan el mercado del diésel- y a los fabricantes de componentes para el control de emisiones. Desde que se descubrió el escándalo bautizado ya como Dieselgate, los mercados no han tenido piedad con estas empresas. La última en sufrir la pérdida de confianza de los inversores ha sido la también alemana BMW, cuyas acciones cayeron ayer el 5,15% después de que la revista Auto Bild publicase que las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx) de su nuevo modelo X3 xDrive20d superan en once veces los límites permitidos por la legislación europea en test de carretera. La CE, por su parte, pidió a todos los países miembros que investiguen a fondo cuántos vehículos están afectados por el fraude de las emisiones, tanto en el grupo Volkswagen como en otros fabricantes.

Precisamente, el Dieselgate obligó a varios proveedores a dar explicaciones públicas sobre su actividad. Bosch, el mayor fabricante de componentes del mundo, reconoció ser el responsable del sistema de inyección que regula las emisiones de gases de los modelos trucados de Volkswagen en EEUU. "Fabricamos los componentes según las especificaciones de Volkswagen", se excusó un portavoz de la firma alemana, subrayando que Volkswagen se encargaba de instalarlos.

Mientras, el grupo germano sigue adelante con la catarsis que comenzó el miércoles con la destitución de su presidente, con el objetivo de depurar responsabilidades y mejorar la imagen de la corporación. Según Reuters, el fabricante despedirá a su consejero delegado en EEUU, Michael Horn, y a los máximos responsables de I+D en Audi, Ulrich Hackenberg, y en Porsche, Wolfgang Hatz, durante la reunión de hoy del consejo. El presidente de la marca de lujo Porsche, Matthias Müller, se perfila como próximo presidente del grupo en sustitución de Martin Winterkorn.

Incidencia en Galicia

Mientras, varios miles de coches con motores TDI del grupo Volkswagen del tipo EA 189 a los que se alteró el software para que simulen emitir menos polución de monóxido y dióxido de nitrógeno del habitual durante los controles de certificación podrían estar rodando por Galicia, según estimaciones que trascendieron sobre qué parte de los 11 millones de coches alterados fueron comercializados en España, donde se estiman unas ventas de 250.000 unidades de las distintas gamas que incorporaron los programas modificados de gestión de los motores. Volkswagen publica hoy la lista con todos los vehículos afectados de sus diferentes marcas: Volkswagen, Seat, Skoda y Audi.