El grupo automovilístico alemán Volkswagen revisará a lo largo de 2016 los once millones de coches afectados por la manipulación de las emisiones contaminantes en motores diésel y ratificó su compromiso para el total esclarecimiento del escándalo.

"Me he comprometido personalmente a aclarar hasta el final lo ocurrido", afirmó el hasta ahora responsable de Finanzas del grupo, Hans Dieter Pötsch, y que ha pasado a ser el nuevo presidente del consejo de vigilancia del consorcio. El gobierno de Angela Merkel exigió al grupo un calendario para subsanar los daños ocasionados por la manipulación a los motores diesel, que fue detectada en EEUU y que afecta a unos once millones de automóviles, de los cuales ocho millones supuestamente circulan por Europa.

La revisión de los vehículos afectados empezará en enero y se prolongará durante todo 2016, explicó el consejero delegado, Matthias Müller, al diario Frankfurter Allgemeine Zeitung (FAZ). Müller sustituyó días atrás como primer ejecutivo a Martin Winterkorn, uno de los cuatro altos cargos de Volkswagen que dimitieron tras el escándalo. Los costes de la modificación los asumirá la compañía. Müller no descartó que los motores pierdan potencia tras ser reprogramados.

Mientras, el futuro de las dos fábricas del grupo alemán Volkswagen en España (Navarra y Barcelona) sigue empañado por el escándalo de la manipulación de las emisiones contaminantes. Un día después de anunciar públicamente que se revisarán todas las inversiones no prioritarias para intentar sortear las consecuencias financieras del Dieselgate, el consorcio solo ha asegurado el lanzamiento de la próxima generación del Volkswagen Polo en la planta navarra de Landaben, mientras que guarda silencio sobre los proyectos pendientes en Seat, donde había comprometido una inversión de 3.300 millones de euros, a los que suman otros 900 millones de la factoría de Navarra. El Gobierno español seguía ayer a la espera de conocer cómo afectará el anunciado aplazamiento de inversiones no estratégicas del grupo a las plantas españolas. El ministro de Industria, José Manuel Soria, mantuvo su confianza en que no haya recorte. El mensaje tranquilizador de Landaben contrasta con el silencio en la planta catalana de Martorell, donde estaban programados hasta cuatro lanzamientos comerciales hasta 2019, concentrando el grueso de las inversiones de Volkswagen en España: 3.300 millones de euros. La marca española Seat sigue a la cola en cuanto a rentabilidad dentro del consorcio alemán. Una veintena de proveedores gallegos tienen las plantas ibéricas del grupo entre sus clientes.