Repsol generará una caja de hasta 20.000 millones de euros con su Plan Estratégico 2016-2020 para financiar sus necesidades de inversión, mantener dividendo y reducir deuda, al tiempo que obtendrá 6.200 millones de euros por desinversiones en activos no estratégicos.

La compañía generará esta caja en un escenario base, si bien, en un escenario más deprimido de precios del crudo, de 50 dólares por barril durante todo el periodo 2016-2020, la petrolera prevé lograr hasta 10.000 millones de euros de caja.

En concreto, la petrolera destinará un total de 3.600 millones de euros en dividendos bajo la fórmula de 'scrip dividend', con un nivel de aceptación del 50% (nivel histórico de aceptación superior al 60%), según consta en el Plan Estratégico 2016-2020 remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Del total del dividendo, 1.400 millones de euros se abonarán en 2016 y 2017 y el resto, 2.200 millones de euros, en los tres años siguientes, 2018-2020.

Además de obtener 6.200 millones de euros por desinversiones en activos no estratégicos, el plan permitirá a Repsol reducir hasta el 38% el volumen de inversión hasta alcanzar el perfil de compañía deseado.

Además, transcurridos cinco meses desde la integración de Talisman, se han identificado nuevas sinergias en el proceso, que permiten elevar el objetivo de ahorro derivado de las mismas hasta los 350 millones de dólares desde los 220 millones de dólares previos.

Estas sinergias complementan el programa de eficiencia que incluye el Plan Estratégico que se aplicará a toda la compañía y se reflejará en unos ahorros de costes, incluyendo las sinergias, de 2.100 millones de euros anuales a partir del 2018.