El mínimo en los precios que marcó la gasolina y el gasóleo en septiembre en Galicia mejoró el abaratamiento registrado en enero, que hasta ahora había sido el mejor mes para las tarifas de los carburantes desde que comenzaran a bajar. Lo que, sin duda, ayudó a revitalizar el deteriorado consumo. Tras casi año y medio de constantes descensos, la demanda de combustibles en la comunidad aumentó un 2,2%. No lo suficiente como para evitar que las ventas se situaran en niveles de hace una década.

El resto del año, con pequeñas excepciones provocadas por el llamado efecto calendario -cuando entre dos ejercicios determinadas fechas festivas caen en meses diferentes-, mes a mes el consumo siguió creciendo. Según la última actualización de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores), las ventas de gasolina en Galicia descendieron un 0,2%, pero las de gasóleo -que representa el 90% de las ventas totales- repuntaron un 1,4%. El aumento se notó especialmente en los meses de verano. Entre junio y agosto, el consumo de gasóleo creció un 3,4% respecto a 2014.