Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre del año permiten al Gobierno central argumentar que el paro en España y Galicia está por debajo de los niveles que se encontró a su llegada al poder. Los números son los siguientes: en el conjunto del Estado la cifra de desempleados pasó de los 4.998.000 del tercer trimestre de 2011 a los 4.850.800 del trimestre pasado, mientras que en la comunidad gallega bajó de 224.900 a 222.800. Pero el análisis al detalle de los datos revela que la situación de los parados actuales es mucho peor que la de los registrados en 2011, al menos en el caso de Galicia. Los desempleados gallegos que llevan más de dos años sin trabajo aumentaron un 90% en la presente legislatura, al pasar de los 52.000 del tercer trimestre de 2011 a los 99.000 contabilizados entre julio y septiembre del presente ejercicio.

Un incremento que provoca que en Galicia haya muchos más parados en una situación económica crítica puesto que el periodo máximo para el cobro de la prestación por desempleo -siempre que el afectado haya cotizado lo necesario anteriormente- es de dos años, por lo que la mayoría de estos 99.000 profesionales sin trabajo perciben algún subsidio o directamente no cobran nada. Un escenario que complica la situación económica de muchas familias pero que alivia las cuentas de la Seguridad Social, al tener que abonar menos prestaciones.

Los sindicatos reclamaron en varias ocasiones planes especiales para incorporar al mercado de trabajo a estos parados de muy larga duración pero la cifras de la EPA revelan que las medidas adoptadas no están surtiendo efecto y que las empresas son reacias a contratar a profesionales que llevan más de dos años sin tener una ocupación.

De hecho, la cifra de gallegos que suman más de dos años sin empleo alcanzada en el tercer trimestre del año (99.000) es la segunda más alta de los últimos cuatro años, solo por detrás de la del pasado ejercicio, cuando había en esa situación 105.200 gallegos.

El peso de este tipo de parados sobre el global también aumentó considerablemente desde que Mariano Rajoy llegó al Gobierno. Los desempleados de muy larga duración representaban hace cuatro años el 23% del total (eran 52.000 de los 224.900 contabilizados) y ahora rozan el 45%, con 99.000 de los 222.800 recogidos por la EPA del tercer trimestre de 2015.

Por provincias, la gallega que registró un mayor aumento de los desempleados que llevan más de dos años sin encontrar un puesto de trabajo durante la presente legislatura es Pontevedra, al pasar de las 20.200 personas en esta situación en el tercer trimestre de 2011 a las 41.100 del presente ejercicio, lo que supone que se duplicaron en solo cuatro años (+103%). El escenario es muy similar en el caso de A Coruña, que contaba con 19.900 parados de muy larga duración hace cuatro años y ahora supera los 38.000, un 91% más.

El incremento en Lugo y Ourense también es importante aunque el número de afectados es muy inferior. En el primer caso, el repunte desde el inicio de la legislatura roza el 78%, al pasar de 4.500 a 8.000 los lucenses que llevan más de dos años sin encontrar trabajo. Ourense, por su parte, pasó de tener 7.200 desempleados de muy larga duración a contar con 11.700, un incremento del 62,5%.

Otra muestra de que el mercado laboral en Galicia no mejoró desde la llegada de Rajoy al Gobierno central es el dato de ocupados. La comunidad gallega perdió casi 55.000 empleos en estos cuatro años pese a que la situación mejoró en los últimos ejercicios. La EPA del tercer trimestre de 2011 cifraba en 1.093.900 los profesionales gallegos que tenían trabajo y ahora los rebaja a 1.039.000, lo que supone un descenso del 5%.

A esta reducción hay que sumar que aumentaron los contratos a tiempo parcial y se redujeron los a jornada completa, lo que apoya los argumentos de los sindicatos de que la creación de empleo se sostiene en puestos de peor calidad. Los ocupados a tiempo parcial pasaron de 128.100 a 145.400 en los últimos cuatro años, lo que supone un alza del 14%, mientras que los empleados a jornada completa descendieron un 7,5%, al pasar de los 965.800 de 2011 a los 893.600 del presente ejercicio.

Estos cuatro años también favorecieron un aumento del subempleo, la situación en la que muchos profesionales ocupan puestos inferiores a la formación que ellos poseen. Un problema que afecta especialmente a los trabajadores mayores de 45 años que, ante la imposibilidad de marcharse a otros países (al tener cargas familiares) en busca de oportunidades como hacen los jóvenes, se ven obligados a aceptar ocupaciones que requieren una cualificación muy inferior. Los profesionales gallegos subempleados aumentaron un 22% en estos cuatro años (de 94.300 a 114.900) y los mayores de 45 años repuntaron un 46%, al pasar de 29.000 a más de 42.000.