El consejero delegado de Banco Santander, José Antonio Álvarez, ha reafirmado la estrategia de la entidad de cobrar unos dos euros por usar sus cajeros automáticos, tras la nueva normativa que establece que el dueño del cajero aplique una tarifa al banco emisor de la tarjeta de crédito o débito y no directamente al no cliente.

"No hay cambios sobre lo que habíamos anunciado", afirmó Álvarez para presentar los resultados del tercer trimestre del año. El Santander había avanzado que implantaría esta nueva estrategia este otoño.

Por otra parte, la entidad obtuvo un beneficio atribuido ordinario de 5.106 millones de euros en los nueve primeros meses del año, un 17% más con respecto al mismo periodo de 2014.

El beneficio atribuido en España alcanzó los 883 millones de euros, lo que supone un incremento del 64%, tras una reducción de los costes en más de un 2% y una caída de dotaciones en un 41%. La tasa de mora del grupo se situó en el 4,5%, lo que supone 0,78 puntos menos que hace un año.