La Xunta primero ofreció rebajas de hasta el 50% del precio del suelo industrial, pero pese al recorte de precios no logró contener la marcha de empresas a Portugal, que tiraba los precios y ofrecía el metro cuadrado a un euro. Al final, el Ejecutivo autonómico decidió emular la estrategia lusa para competir directamente con el Norte de Portugal que en un año consiguió captar cinco plantas de automoción con una inversión de 150 millones de euros y la promesa de crear cientos de empleos, mientras Galicia solo sumaba una.

La demanda de los empresarios de que la Xunta abaratase los suelos era ya vieja. A principios de año, saltaban las alarmas cuando los polígonos lusos redoblaban su ofensiva de parcelas low cost y ofertaban el metro de terreno a un euro. Así sucedió en un parque empresarial en Águeda, a 180 kilómetros al sur de Vigo, para captar a una multinacional del automóvil y a tres fabricantes de cuadros de aluminio para bicicletas. Otros polígonos lusos, dejaban el precio en tres euros el metro cuadrado.

En la actualidad, una de cada cinco firmas del motor con presencia en Galicia ya tiene plantas en Portugal. Veinte empresas fabrican a ambos lados de la frontera. Para irse al norte luso, influye el bajo coste del suelo pero también un menor coste laboral.