El Sabadell nació hace 134 años a iniciativa de un grupo de empresarios que necesitaban una entidad que les apoyase "y les ayudase a exportar". Y ese origen y la experiencia del banco que hace algo más de año y medio integró en su estructura al Gallego (participado por la entonces Novagalicia) es, según el director general de la matriz, Carlos Ventura, lo que marca la diferencia con la competencia, y lo que lo ha convertido en líder del mercado exportador, con una cuota de mercado en España y Galicia del 20% en este tipo de operaciones, tal y como explica el director general del Sabadell Gallego, Pablo Junceda.

Esa experiencia pero también la de tres grupos empresariales líderes en Galicia en sectores tan dispares como el de la construcción (Copasa), la automoción (Pérez Rumbao) y el naval (Rodman) fue el eje de la jornada de negocio internacional que la entidad organizó ayer en A Coruña y que reunió a más de 200 empresarios en Palexco. El encuentro La estrategia empresarial ante el mercado global pretendía destacar la importancia de la exportación para la economía de Galicia y ofrecer el testimonio de los presidentes de Rodman, Manuel Rodríguez; de Pérez Rumbao, Emilio Pérez Nieto, y de Copasa, José Luis Suárez. "Antes de comprar el Gallego siempre dijimos que veníamos a apoyar a Galicia, lo que fuese importante para la comunidad [...] No hay mejor manual que la experiencia de los primeros y si de aquí salen ideas de éxito, cerraremos el círculo", explicó Junceda en declaraciones a este diario.

El Sabadell Gallego partió tras la integración de ambas entidades, en marzo de 2014, con una cuota de mercado del 4% en Galicia y actualmente está en el 5%, pero el objetivo sigue siendo el mismo; duplicarla en los próximos tres años. A su director general no le asusta la sana competencia. "Hay más que hace tres años pero entonces cuando algunos estaban desaparecidos, cuando llovía, nosotros estábamos aquí", dice en referencia a su política de financiación.

Con 130 oficinas en Galicia, la entidad aspira a convertirse en la tercera "de las gallegas", por detrás de las dos líderes Abanca y Banco Popular Pastor. "Nuestra liga es la de las entidades gallegas -dice en referencia a los gigantes BBVA y Santander- No hay nadie tan gallego como nosotros", dice, y ayer dio muestras de que se lo toma en serio cuando se dirigió a los más de 200 empresarios en gallego.

Fue poco antes de que moderase el coloquio Experiencias de éxito que protagonizaron tres de los empresarios más bregados en internacionalización de la comunidad. José Luis Suárez, presidente de Copasa, detalló cómo el grupo de construcción ourensano -uno de los participantes por ejemplo en el consorcio que llevará el tren de alta velocidad de Medina a La Meca- decidió dar el salto al negocio internacional "para sobrevivir" tras el "derrumbe" del sector en España y de la contratación de obra pública en 2010 y cómo actualmente las obras en el extranjero predominan en su cartera de negocio, en niveles históricos. "Nuestro sector viaja muy mal porque fabricamos prototipos en destino, así que tenemos que ofrecer algo más que construcción pura porque la empresa local lo tiene más fácil", explicó. Para Copasa, "lo importante no es el contrato en sí, sino la permanencia", por lo que ha decidido apostar por los países en los que pueda "aspirar a ser una empresa local". Emilio Pérez Nieto, presidente además de la Asociación Gallega de Empresa Familiar (AGEF) relató sus inicios en el negocio internacional en los ochenta, con la venta de frenos eléctricos para camiones Pegaso para Chile y Venezuela y resaltó que la clave en su caso fue contar con un socio local "si podía ser gallego y además tenía dinero, mejor", dijo, y destacó además la necesidad de conocerlo bien. Con presencia en 30 países, y el 90% de su negocio en el extranjero, el grupo Pérez Rumbao cree necesario "hacer lo que no hace el país de destino". Manuel Rodríguez, presidente de Rodman, un astillero que en sus 40 años de historia entregó 13.000 embarcaciones, expuso que el éxito de su trayectoria en elegir los destinos para cada una de las líneas de negocio de su grupo; las patrulleras, embarcaciones de recreo, neumáticas con fondo rígido y offshore.

El alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, abrió la jornada con un llamamiento al respeto a una sociedad "que se siente olvidada por las estructuras capaces de crear riqueza y progreso". Un discurso y un tono muy distintos al de la clausura, por el presidente Núñez Feijóo, que defendió el "rumbo adecuado" de la economía, gracias a las "políticas del PP, aplicadas a tiempo".