Las mujeres suman en Galicia el 52% de la población. Entre los trabajadores en activo, su peso cae, sin embargo, hasta el 47%. El colectivo vuelve a ser mayoría en los datos más negativos del mercado laboral. Porque a ellas les afecta más el paro. Son 112.300 sin ocupación frente a los 110.600 hombres al cierre del tercer trimestre, según los datos del Instituto Galego de Estatística (IGE) y su homólogo estatal, el INE, con una tasa dos puntos superior, del 18,8%. En análisis a fondo de la afiliación a la Seguridad Social, el gran termómetro sobre cómo se comporta la creación de empleo, desvela que lo suyo es un problema de cantidad, pero también de calidad. La base de cotización media en la comunidad ronda los 1.500 euros al mes. En el caso concreto de los empleados masculinos escala hasta cerca de los 1.650. Las mujeres cotizan un 20% menos, 320 euros de diferencia, con 1.300 euros. Con todo lo que eso conlleva a la hora de cobrar una prestación por quedarse sin trabajo o para calcular la pensión.

El grave problema de a igual tarea diferentes condiciones se da entre todas las franjas de edad. Aunque es especialmente mayor entre los jóvenes. Los hombres de entre 16 y 24 años cotizaron en 2013, el ejercicio analizado por el IGE, 934 euros de media al mes. Las mujeres en esa misma horquilla apenas 700 euros. Una variación del 24%.

Evidentemente la menor base de cotización se traslada a lo que el empleado recibe neto de su sueldo. El salario bruto medio al año entre los hombres alcanza los 18.600 euros. El de las mujeres, 14.130. Es decir, 4.470 euros menos al año. Si se considera a aquellos trabajadores y trabajadoras que contaron con contrato durante el ejercicio completo, la ventaja de los hombres aumenta todavía más. El salario en ellos llega a los 25.400 euros. La diferencia con las mujeres supera los 6.000 euros. Ellas tienen un sueldo bruto de 19.270, según el IGE.

Un hombre de más de 18 años sin una cualificación concreta cobra en Galicia un 27% que una mujer con idénticas características. Entre los auxiliares administrativos, la diferencia a favor de los empleados masculinos es del 14%. Un 21% en una escala superior, en los oficiales con tareas administrativas. Hasta el 29% si se trata de ayudantes sin titulación.

Pese a aminorarse en comparación con el resto de ocupaciones, la brecha de género azota a los puestos de mando. La media en la base de cotización de un jefe administrativo es de 2.336 euros al mes. Un 13% más que si es una jefa (2.035 euros). La de los ingenieros técnicos y ayudantes titulados está separada por un 9%. Los hombres cotizan 2.289 euros y las mujeres 2.074. ¿Y la alta dirección? No son una excepción. Los máximos responsables de una empresa o una entidad se mueven en los 2.600 euros, un 11% por encima de la base de cotización de una mujer con el mismo cargo, 2.279 euros.

En el conjunto de los más de un millón de gallegos que durante 2013 estuvo en algún momento de alta en la Seguridad Social, el 66,5%, unos 725.000, tuvo empleo en todo el año. Prácticamente el 20% contó con contrato como mucho seis meses. Pero las desigualdades en el mercado laboral que la crisis acrecienta son también de edad. En los jóvenes de hasta 34 años, solo la mitad trabajó el ejercicio completo.

La radiografía de sueldos confirma la precarización del mercado laboral. Uno de cada dos asalariados gallegos no superó unos ingresos brutos de 14.171 euros, lo que equivale, en neto, a una nómina mensual de unos 850 euros y dos pagas extra. Ni mileuristas. Un dato que coincide con otras estadísticas, como la de los tramos de IRPF declarados. En aquellos que no estuvieron ocupados todo el año, la mitad no pasó de 5.000 euros anuales.