La compra de R por Euskaltel está hecha. La operadora vasca de cable dio ayer el último paso, al obtener el respaldo de los accionistas a la adquisición de la cablera gallega por 1.190 millones de euros, y ya sólo espera que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) dé su beneplácito a la operación tras comprobar que no compromete la libre concurrencia del mercado de las telecomunicaciones. Una vez que eso se produzca, los gestores de ambas compañías cerrarán un plan de integración de las empresas con hitos y plazos para la creación del grupo resultante. El presidente de Euskaltel, Alberto García Erauzkin sin embargo ratificó ayer en la Junta General Extraordinaria de Accionistas que aprobó la operación que ambas empresas mantendrán su "carácter local", sus respectivas marcas y sus propias estructuras y equipos de gestión porque, incidió: "Para nosotros éstas son las claves del éxito de Euskaltel en Euskadi y de R en Galicia".

Paralelamente a la llegada de la autorización de la CNMC, Euskaltel tramita ya la obtención de la financiación necesaria para la compra, que incluye la refinanciación de la deuda de R, de unos 300 millones de euros a fecha 30 de septiembre. La cablera vasca desembolsará en efectivo 890 millones de euros netos y obtendrá el capital de la ampliación de las líneas de crédito con la banca por valor de 600 millones, la contratación de un tramo de deuda institucional por valor de otros 300 millones y una ampliación de capital por 255 millones de euros. Los restantes 35 millones hasta los 1.190 los aportará echando mano de la caja de la sociedad.

Mientras se celebraba la junta de accionistas que dio luz verde a la compra, cuatro bancos aseguradores iniciaban los trámites para colocar la emisión de deuda entre fondos institucionales nacionales e internacionales con la sindicación del tramo de deuda. Es el último paso para la obtención de "financiación ajena", como la define Euskaltel, para asumir la compra y la refinanciación de la deuda de R.

El próximo paso para Euskaltel será la ampliación de capital por 255 millones, en la que Abanca se ha comprometido a comprar acciones por valor de algo más de 80,7 millones, con lo que obtendría en torno a un 5% del capital del grupo resultante. Los accionistas también aprobaron ayer esta operación y dieron al consejo de administración de Euskaltel la facultad de excluir total o parcialmente del derecho de suscripción preferente a los actuales accionistas en la operación con un límite del 20%.

Abanca acudirá a esa ampliación para invertir 80,7 millones, en torno a un 30% de lo que previsiblemente recibirá en metálico (en torno a 267 millones), con el compromiso de no vender sus acciones en el mismo plazo y condiciones que asumió Kutxabank, que tras la salida a Bolsa controla un 30% del accionariado.

570 millones en ingresos

Fuentes de Euskaltel precisaron ayer que de momento no existe un plazo marcado para la finalización del proceso de integración, pero el grupo resultante será "el operador de referencia en el norte de España y el cuarto operador del Estado", presente en un mercado de 5 millones de potenciales clientes, más de 715.000 efectivos, unos ingresos de 570 millones de euros y un Ebitda (Beneficio antes de impuestos y depreciaciones, por sus siglas en inglés) de 265 millones y 550 empleados. R es actualmente propiedad de Rede Brigantium (del fondo de inversión CVC Capital Partners, que controla un 70% del accionariado) y de Abanca (30%). Euskaltel, cuyo socio de referencia en Kutxabank, tiene en su accionariado a Corporación Financiera Alba (8%), Goldman Sachs, Morgan Stanley, JP Morgan Chase, el fondo de inversión Blackrock, JP Morgan Management Holdings, Government of Singapore Investment Corporation y Franklin Templeton Investments.

El presidente de Euskaltel, destacó ayer las importantes sinergias de la integración de ambas compañías. "Esta operación supone un hito en la historia de ambas compañías, además de un importante sentido estratégico como un paso fundamental para la consolidación de los operadores de cable del norte del Estado, lo que dota de mayor fortaleza, eficacia, sinergias compartidas y capacidad de crecimiento a la nueva compañía. El nuevo grupo aumentará su tamaño y relevancia en el mercado, a la vez que mantendrá su fortaleza local en sus mercados, en los que goza de un profundo arraigo", dijo. Esta percepción sin embargo contrasta con la que un año antes de firmarse la operación tenía Arturo Dopico, director de R, quien consideraba que no existían sinergias entre las dos empresas. El consejo de Euskaltel las resume sin embargo de este modo: "El mejor acceso y capacidad de negociación sobre productos, servicios y contenidos, la puesta en común de sistemas y tecnologías, la optimización de relaciones contractuales con proveedores o la armonización de estrategias".

Frente a la insistencia de Euskaltel en el mantenimiento de las estructuras locales, algunos medios especularon ya con la posibilidad de que pretenda traspasar parte de los operarios de R a subcontratas, como hizo con 166 empleados propios que fueron traspasados a una firma francesa y otra china pero que conservaron las mismas condiciones laborales de Euskaltel.