El secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, sacó pecho ayer ante el nuevo récord alcanzado por las exportaciones españolas hasta septiembre, que fueron de 186.261 millones de euros, un 4,4% más que en el mismo periodo del pasado año, pero admitió que factores como el abaratamiento de las materias primas en países que compran mercancías a España y que se están empobreciendo; la recesión en Brasil y Japón o los menores ingresos petroleros en Oriente Medio frenaron las ventas fuera de la UE en el noveno mes del año, y explican el frenazo en el avance de las exportaciones hasta el 1,1% solo en ese mes.

García-Legaz es "razonablemente optimista" ante la evolución de las cuentas porque, según dice, "las exportaciones siguen creciendo" gracias a la fortaleza de las ventas a la UE tras la ganancia de competitividad de las empresas españolas en los últimos años. "Las ventas a la UE se siguen comportando bien, pero se produjeron saldos muy inferiores en el resto del mundo, salvo en Canadá, México y Chile", ha dicho. Entre esos saldos se encuentran los de Brasil o Japón, que arrastran una recesión, y los retrocesos en Venezuela y otros mercados africanos, en los que las exportaciones se habían duplicado durante los últimos cuatro años.

En esta línea, el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, advirtió de que el actual entorno de precios bajos en los precios del petróleo puede poner en riesgo la recuperación económica. "Estos precios [...] dejarán de ser sostenibles para los países productores, desestabilizando sus economías a la vez que desincentivan la inversión en el sector", dijo. Para el consejero delegado de Repsol la suma de estos dos efectos puede dar lugar a que la demanda crezca y que la oferta no pueda cubrirla, por lo que a medio y largo plazo los precios pueden elevarse y comprometer la recuperación.