El consorcio automovilístico alemán Volkswagen (dueño de la española Seat) reducirá casi un 8% sus inversiones previstas inicialmente para el próximo año. Este recorte es una consecuencia del escándalo de los motores manipulados para aparentar unas menores emisiones contaminantes y que está suponiendo un importante quebranto económico para el grupo.

Frente a los 13.000 millones de euros anuales previstos para los próximos ejercicios, en 2016 la inversión de Volkswagen disminuirá hasta 12.000 millones. La mitad de esta cifra se destinará a sus 28 fábricas en Alemania.

El presidente de la empresa, Matthias Müller, afirmó tras la reunión del consejo de vigilancia que Volkswagen está operando en "tiempos inciertos y volátiles". "Estamos priorizando de forma estricta todas las inversiones y gastos planeados. Como ya estaba anunciado, todo lo que no sea absolutamente necesario será cancelado o pospuesto", añadió. Müller dijo que hará "todo lo posible" para mantener el empleo.

El directivo explicó que la compañía aumentará hasta 100 millones de euros el gasto en tecnologías de conducción alternativa durante el año próximo y resaltó que la firma prevé reforzar su presencia en los campos de la movilidad eléctrica y en la digitalización. "No vamos a cometer el error de economizar en nuestro futuro", aseguró, al tiempo que resaltó que el eje del negocio se centrará en el rápido desarrollo de sistemas de conducción eléctricos para las marcas Volkswagen Turismos, Audi y Porsche.

La corporación destacó que la mayor parte de sus inversiones se destinarán a nuevos productos.