El alcalde de Curtis, Javier Caínzos, recibió con "preocupación" la noticia de que Abengoa -propietaria de Bioetanol Galicia, con sede en la localidad de Teixeiro- solicitaba el preconcurso de acreedores por su elevada deudaAbengoa propietaria de Bioetanol GaliciaTeixeiropreconcurso de acreedores. El regidor lamentó que la fábrica coruñesa se vea afectada por un problema del grupo al que pertenece y defendió su viabilidad. "Por lo que sabemos de su actividad en los últimos años y los productos con los que trabaja, su viabilidad está fuera de toda duda. Pero preocupa que la fase preconcursal pueda afectar a su normal funcionamiento", relató Caínzos.

La prioridad ahora, según el alcalde de Curtis, es garantizar la continuidad de la factoría y el mantenimiento de los casi 90 empleos directos que genera. Para ello, el regidor ofreció tanto a la dirección de Bioetanol Galicia como al comité de empresa de la planta de Teixeiro la colaboración total del Gobierno local. "Al margen del empleo directo, dependen de la fábrica muchos puestos de trabajo indirectos. Basta decir que cada día entran en la planta entre 50 y 60 camiones que descargan cereal y la producción de bioetanol y piensos también beneficia a sectores como el puerto de A Coruña", explicó Caínzos. El Concello de Curtis confía, sin embargo, en que haya un acuerdo entre las entidades financieras y Abengoa para refinanciar su deuda y que se aclare el futuro de la factoría de Teixeiro.

Los responsables del comité de empresa de Bioetanol Galicia, por su parte, aseguraron que todo lo que saben sobre la situación de Abengoa les llegó a través de la prensa, por lo que quisieron ser cautos al analizar la situación. "Oficialmente no tenemos ninguna información. Estamos a la espera de una reunión con la empresa pero, lógicamente, la plantilla está preocupada por la incertidumbre", explicaron los responsables del comité. Las dificultades económicas de Abengoa en los últimos meses, aclararon, no afectó a la producción de Bioetanol Galicia, que no se paralizó en ningún momento.

Haz click para ampliar el gráfico

La multinacional andaluza, que se encaramó a posiciones de liderazgo mundial en el ámbito de la ingeniería, las energías renovables y el medio ambiente, y que ayer solicitó el mayor preconcurso de acreedores de la historia empresarial española, dispone de cuatro meses para renegociar una deuda asfixiante y evitar el concurso.

Con 26.000 trabajadores en 80 países (7.000 en España), Abengoa no sólo es un gigante global en los sectores en los que opera, sino que logró convertirse en una referencia tecnológica de vanguardia y en uno de los estandartes de la capacidad española para innovar, internacionalizarse y competir en negocios con alto valor añadido y considerados de futuro, como el medio ambiente y las energías renovables, en las que España fue elogiada en 2009 por el presidente de EEUU, Barack Obama, como ejemplo a seguir.

Ayer Abengoa siguió con su derrumbe en Bolsa, con una caída adicional del 40%, hasta los 0,252 euros por título. Desde el 3 abril, cuando cotizó a 3,417 euros, acumula un desplome del 92,62%.

El estelar crecimiento del grupo fue determinante en sus actuales vicisitudes porque, como muchos otros grupos empresariales, fió su expansión a un endeudamiento galopante a partir de los años 90, cuando la euforia, el optimismo, el crédito abundante y los tipos de interés bajos dibujaron un escenario que se interpretó como la fiesta perfecta, y sin visos de caducidad. Abengoa debe a los bancos más de 9.000 millones, pero su deuda total suma unos 20.000 millones. Esto fue sostenible mientras los mercados confiaron en su capacidad de pago, pero todo se torció al surgir dudas el año pasado en EEUU sobre su filial Abengoa Yield.