¿Qué hacen las tiendas con el dinero que reciben en subvenciones autonómicas? Por ejemplo, este año se convocaron ayudas, por un importe de 2,5 millones de euros, para mejorar la imagen y los medios de comercialización de los minoristas, acondicionar locales, adquirir muebles y equipamiento, fomentar el comercio electrónico, crear o actualizar páginas web o adquirir herramientas informáticas que faciliten su desempeño cotidiano. También hubo convocatoria (con una partida de 150.000 euros) para fomentar la transmisión a un tercero de un negocio al jubilarse su propietario para asegurar la continuidad de su local y fomentar la regeneración del tejido comercial.

En general, los comercios hacen, en su inmensa mayoría, un buen uso de estas ayudas y utilizan el dinero público para lo que les fue concedido. No obstante, según revelan los datos del plan de inspección comercial realizado por la Xunta este año, frente a ese 91% de cumplidores, existe un 9% restante al que se le da un toque de atención por no respetar las condiciones exigidas para recibir las ayudas públicas.

Dentro de la campaña de verificación y comprobación de las subvenciones, que analiza a un centenar de negocios, la Consellería de Economía reconoce que en uno de cada diez casos se detectan "indicios de incumplimiento total o parcial". En ese punto, explican, se requiere más información a los afectados y si al final queda "constatado" el incumplimiento, tienen que "devolver" las ayudas, en parte o en su totalidad.

Aun así, a estas alturas son ya representativos de lo que dará de sí el plan de inspección comercial del Ejecutivo autonómico este ejercicio, porque ya se han realizado 950 visitas, cuando lo previsto es llegar el 31 de diciembre a los mil establecimientos analizados.

Cómo se usan las ayudas públicas no obstante no es lo único que investiga la Xunta en su plan de inspección anual. Otro punto débil de los minoristas, a tenor de los datos, son los descuentos, uno de los ganchos para captar clientes. En la segunda pata del plan, una campaña de vigilancia de precios, horarios, ventas y devolución de los productos, la Xunta aprecia que el 63% de los negocios cumplen con sus obligaciones, pero el 37% restante no lo hace. De esos establecimientos que hacen trampa y a los que se abre expediente sancionador, los aspectos en los que se detectaron más incumplimientos fueron las rebajas (que protagonizan el 38% de los expedientes abiertos), seguidas de las ventas con descuento (el 34,6%) y las de liquidación (el 25,9%).

El tercer eje del plan inspector es una campaña informativa para comprobar cómo se indican los precios o se informa al consumidor de los medios de pago y devoluciones. Tras un primer aviso, sólo en el 4% de las tiendas se mantuvo la conducta cuestionada. En esos casos se instruyen expedientes sancionadores, "en su mayoría" por infracciones leves.