Unos doscientos trabajadores de la aluminera estadounidense Alcoa y algunos simpatizantes y familiares marcharon ayer por las calles de A Coruña para exigir "una solución energética definitiva" que garantice la continuidad de las fábricas españolas. Las plantas de A Grela y Avilés (Asturias) están amenazadas de cierre desde el año pasado por su menor rentabilidad, pero todas -incluida la de San Cibrao (Lugo), en teoría con mejores resultados- padecen "la desventaja competitiva" que supone contar con unos costes eléctricos mucho más elevados que los de otros países de la UE.

Por este motivo, a la manifestación convocada por el comité de empresa de la factoría coruñesa se sumaron también algunos trabajadores de la planta lucense.

La marcha arrancó a las 17.15 horas de la sede de A Grela bajo el lema Estabilidade enerxética. Futuro para a Industria Xa!!! y transcurrió por las calles de A Coruña hasta la Delegación del Gobierno. La plantilla defiende que es necesario un marco energético estable a largo plazo, a imagen de otros países como Alemania, Francia o Noruega. "Es algo que ya existe en otros países, por lo que podría aplicarse aquí. Lo que hace falta es voluntad", sentenció el presidente del comité de empresa de la fábrica coruñesa, Juan Carlos López Corbacho. Un sistema, resaltó, que permitiría a las fábricas españolas competir en igualdad de condiciones con el resto de países de la UE y hacer frente "a la producción desleal de terceros países que entra en el mercado comunitario". "Están llegando ingentes cantidades de otros estados que no cumplen las normativas medioambientales y exigencias laborales impuestas aquí y dudamos mucho de que haya un control exhaustivo de esas importaciones", lamentó el portavoz de la plantilla de A Grela.

Los trabajadores denuncian que entre las partidas que llegan del exterior está también producto de la propia Alcoa, elaborado en países como Arabia Saudí, por lo que reprochan "los engaños" de la empresa y del Gobierno a la hora de adoptar medidas que garanticen la continuidad de las factorías españolas.

El comité de empresa sostiene que seguirá con las protestas y con los contactos políticos para lograr un marco energético estable que evite que el futuro de las fábricas dependa de una subasta anual de los incentivos eléctricos.

López Corbacho hizo balance de sus contactos con los candidatos a las próximas elecciones generales y destacó que la plantilla fue recibida por buena parte de los aspirantes a liderar el futuro Gobierno. "Solo el PP y Ciudadanos nos impidieron entrar a sus mítines en A Coruña. Nos parece mal, es un menosprecio, porque siempre nos manifestamos de forma pacífica", lamentó.