Metalúrgica Galaica SA (Megasa) busca capital y ha decidido salir al mercado de valores para lograrlo. La firma comercializadora de todos los productos de las distintas fábricas pertenecientes al grupo de los hermanos Freire Arteta (entre ellas Megasa Siderúrgica de Narón) acaba de convocar a sus accionistas a una junta extraordinaria que se celebrará a finales de enero y a la que se someterá el inicio de una serie de trámites previos, bien para una salida a Bolsa, bien para una emisión de bonos o pagarés.

El consejo de Megasa acordó el pasado día 17 convocar a sus accionistas para el próximo 27 de enero a una junta general extraordinaria que tendrá lugar en su sede de Narón. En el orden del día que salió ayer publicado en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme) el presidente de Megasa, José Enrique Freire Arteta, propone aprobar una serie de trámites.

Entre ellos está la transformación de las acciones de la sociedad "de anotaciones en cuenta a títulos nominativos", un paso previo y necesario para empezar a cotizar en Bolsa; la modificación de sus estatutos sociales y una delegación especial de los accionistas en el consejo de administración para que llevar a cabo esos trámites y solicitar a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) "la autorización prevista en el artículo 3 del real Decreto 116/1992 de 14 de febrero sobre representación de valores por medio de anotaciones en cuenta [...]". Todos estos trámites son necesarios para una salida a Bolsa, que es una opción que los accionistas de Megasa barajan desde hace tiempo, pero también podrían ser previos a una emisión de pagarés o bonos con los que financiarse. Megasa no es una empresa en dificultades económicas. De hecho, tanto José Enrique como Bartolomé Freire Arteta son dos de los ocho gallegos que figuran en la lista Forbes de los españoles más ricos, con un patrimonio estimado de 800 millones de euros. Por eso este movimiento ha generado todo tipo de especulaciones -especialmente en una empresa extremadamente discreta- sobre la posibilidad de que los Freire preparen una operación corporativa -para lo que tendría sentido ganar músculo financiero- o de modificación del capital; que algunos de los accionistas busquen vender sus acciones. Megasa además es una sociedad comercializadora, pero no la matriz del grupo, que es Bipadosa, con sede en Madrid.