Cerca de 40.000 pequeños accionistas están entre los afectados por la venta y liquidación del Banco Internacional de Funchal (Banif), que estaba en riesgo de quiebra. Los cálculos advierten de elevadas pérdidas que supondrá la solución planteada por el Gobierno de Portugal de vender la parte "saludable" al Banco Santander, y pasar los activos "problemáticos" a un vehículo de gestión denominado Naviget.