El Gobierno de Arabia Saudí decidió ayer aumentar los precios de la mayor parte de los carburantes y del gas y ha anunciado que reducirá los subsidios para limitar el gasto público durante el próximo año, ante el deterioro de los ingresos por la caída de la cotización del crudo. El precio de la gasolina, muy barata en el país que lidera la producción mundial de petróleo, aumenta el 50%, de 0,60 riales a 0,90 (0,24 dólares o 0,21 euros). La factura de la electricidad subirá el 25 % para el sector comercial y agrícola.