La multinacional estadounidense del aluminio se felicitó ayer de que los trabajadores de la factoría de A Coruña desconvocasen la huelga prevista hasta el día 31, pero prefiere no comentar las acusaciones de boicot y de vulneración del derecho a huelga que el comité de empresa lanzó ayer.

La compañía explicó que los ajustes de personal y las modificaciones de turnos y horarios realizadas en la planta obedecen a la necesidad de optimizar la estabilidad de la producción y de reducir los costes de la planta, ante la "complicada situación" en la que se encuentra. La dirección de la aluminera en España entiende que los cambios por los que la plantilla decidió movilizarse no contradicen el convenio colectivo de la fábrica y recuerda que el precio del aluminio acumula una caída del 30% desde el inicio del año y está en niveles mínimos de los últimos seis años. A esta situación se une que las bonificaciones al recibo eléctrico por reducir o interrumpir el consumo eléctrico que Alcoa recibió en la última subasta de interrumpibilidad son un 10% inferiores a las del año pasado, ya menores que los ejercicios anteriores. Alcoa advierte que los trabajadores son conscientes de esta situación y "agradece" los esfuerzos y sacrificios realizados. "Nosotros agradecemos que valore nuestro esfuerzo también pero lo que tiene que hacer es invertir en la fábrica y mantener el empleo", respondió airado el presidente del comité.