Francia tiembla ante un posible nuevo caso de escándalo en su industria automovilística similar al de Volkswagen. Las acciones de Renault se han desplomado hasta un 19,17% a mitad de la sesión en la Bolsa de París después de que trascendiese que la justicia francesa ha registrado varias sedes del grupo automovilístico francés.

La caída de los títulos se produce después de que el sindicato CGT hiciese público que agentes de la Dirección General de la Competencia, del Consumo y de la Represión del Fraude investigan los departamentos de "homologación y puesta a punto de los controles del motor". Según esa central sindical, las pesquisas podrían estar relacionadas con "las consecuencias del caso de los motores trucados de Volkswagen".

El desplome bursátil de Renault ha arrastrado también al segundo constructor francés, PSA Peugeot Citroën, cuyos títulos caían a media sesión un 8,81%.

El pasado septiembre, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) acusó al fabricante alemán Volkswagen de haber implantado un software ilegal en sus vehículos diésel para falsear los test de emisiones de gases contaminantes, escándalo que continúa hoy y que ha afectado seriamente al negocio de la multinacional germana.