La evolución del precio del crudo irá ligada al control que ejerzan los países productores sobre la oferta, según expertos consultados por Efe, que destacan la importancia de las decisiones que puede tomar la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), especialmente Arabia Saudí.

Aunque reconocen que hay otros factores que presionan el mercado a la baja, como la caída de la demanda de China o el próximo levantamiento de sanciones petroleras a Irán -que podrán incrementar sus exportaciones-, los analistas consideran fundamental la actitud de la OPEP y la posibilidad de que haya una reunión extraordinaria de los productores en los próximos meses. "Todo depende del juego de los productores, sobre todo de Arabia Saudí", explica Pedro Linares, de la Cátedra BP de Energía y Sostenibilidad de la Universidad Pontificia de Comillas, ya que es el país con mayor control sobre el mercado, al tener la mayoría de las reservas y el petróleo más barato.

"Si Arabia Saudí decide seguir sacando todo el petróleo que puede, seguirá habiendo mucho más suministro que demanda y el precio seguirá bajando", asegura Linares, para quien el precio está ligado a lo que le cuesta producir el crudo a los saudíes.

El director del Programa de Energía del Real Instituto Elcano, Gonzalo Escribano, destaca que, aunque el consenso de los analistas es que el precio se sitúe en 2016 alrededor de los 40 dólares el barril, puede quedarse por debajo si se mantiene el deterioro de la economía china y en especial si se acentúa la devaluación del yuan.

Ambos expertos advierten de la inestabilidad política y social que se puede dar en países productores como Arabia Saudí, Rusia, Irán, Venezuela o Argelia si los precios del crudo se mantienen bajos.

Una visión compartida por la agencia de calificación crediticia Standard and Poor's (S&P), que alertó esta semana de que el bajón del precio del petróleo supone "riesgos muy importantes" para las perspectivas económicas mundiales por la amenaza de una desestabilización sociopolítica en los países productores.

Linares apunta que, a pesar de las pérdidas que un crudo barato implica para los países productores, esta situación puede tener un efecto positivo, ya que ahorrarían en las subvenciones al consumo doméstico de petróleo y tendrían una oportunidad de diversificar sus economías.

Entre las causas de esta racha bajista en los precios, Linares ha dicho que posiblemente está relacionada con una demanda "no tan alta como se esperaba", en especial por la desaceleración de China.