Los expertos suelen decir que el dinero tiene miedo, por eso prefiere resguardarse donde llueve a permanecer a una intemperie desconocida, y de ahí las ventas de deuda pública a tipos negativos, por ejemplo. A juzgar por los datos, Galicia ofreció en los últimos cuatro años confianza o gangas suficientes como para recibir una inyección de más de 12.645 millones de euros de capital foráneo. La mayor parte, 4.268,79 millones, se corresponden con transacciones realizadas en 2015, según los datos de la consultora TTR. Teniendo en cuenta que la cuantía de la mayoría de las operaciones fue confidencial, la inversión real en Galicia pudo ser mayor. Eso sí, el montante de las transacciones de activos de 2015 marca un récord respecto a los años anteriores. La inyección de capital en la comunidad en los pasados cuatro años equivale a más del 23% del producto interior bruto (PIB).

Entre 2012 y 2015 se realizaron 243 operaciones en Galicia de inversores foráneos para adquirir parte o la totalidad de activos como participaciones empresariales, inmuebles o suelo industrial. La mayor parte, 125, fueron transacciones confidenciales, de las que se desconoce su cuantía. 2012 fue el ejercicio más pobre en cuanto a operaciones de inversión en Galicia, con 35. No fue un buen año para España, con la prima de riesgo en 600 puntos básicos. Trascendió la cuantía de 13 de las transacciones, que tuvieron un importe de 1.954,57 millones. Al año siguiente las operaciones se elevaron hasta las 55, y se divulgó el montante de 30 de ellas. Prácticamente se duplicó la inversión foránea en la comunidad, con más de 3.828 millones.

De las 74 transacciones de 2014 solo se conoce la cuantía de 36, y quizás por ese motivo la inversión fue inferior a la de 2013. Ascendió a 2.593,18 millones, según la información recopilada por TTR. Pero 2015 fue el verdadero punto de inflexión en este cuatrienio y se batió un récord con casi un centenar de compras que supusieron una inyección de 4.268,79 millones. Es un 65% más que un año antes, gracias principalmente al impulso de operaciones como la de R Cable, valorada en 1.190 millones y desembolsada en efectivo y acciones del Grupo Euskaltel. De todos modos no trascendieron las cantidades pagadas en 60 de las 99 operaciones ejecutadas, entre ellas las ventas de bloques de viviendas por parte del banco malo (o Sareb) en las Rías Baixas o la adquisición del 55% de Conservas Garavilla por parte del grupo italiano Bolton. También fue importante el desembolso de más de 90 millones de Portobello Capital por el 55% de la gallega Iberconsa, la mayor transacción de la historia del sector en Galicia por su cuantía.

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Al margen de estos movimientos, y durante prácticamente el mismo periodo (2012 y primer semestre de 2015), Galicia se convirtió en una de las nueve comunidades que registraron un saldo positivo de número de empresas que cambiaron de sede social. Esto es, la comunidad captó más compañías procedentes de otras autonomías de las que se marcharon. Galicia solo se vio superada por Madrid, Valencia, Baleares y Aragón en captación de actividad empresarial, según los datos de Axesor. De las 595 empresas que desembarcaron en la comunidad -frente a las 539 que la abandonaron-, 260 procedieron de Madrid, 88 de Cataluña, 43 de Castilla y León, 40 de Valencia y 39 de Canarias. La catalana fue la que más salió perdiendo con las migraciones societarias al perder 1.364 empresas en el mismo periodo.