Como si la Nochevieja fuese una escoba que lo barre todo, los amaneceres de los primeros de enero son una lista de la compra de buenos propósitos. El carro del supermercado llena de bandejas de quiero y no puedo que nunca dejan el colchón de poliespán pero que volvemos a llevarnos a casa doce meses después. También Galicia arranca año tras año con los mismos retos, quizás con distinto envoltorio para disimular que son materias pendientes desde hace demasiado tiempo. 2016, el pretendido año de la salida de la crisis, llamó a la puerta con desafíos conocidos: el envejecimiento demográfico, pérdida de talento, desequilibrio territorial o la falta de modernización del sector agrario. Siete expertos en distintas áreas de la economía gallega identifican las materias en las que urge mejorar y las potencialidades con las que Galicia puede sacudirse los suspensos si se muestra porfiada.

EEl declive demográfico. En 2015 el gasto público en pensiones en Galicia ascendió a 7.829,5 millones, casi un 60% más que hace una década. A cierre de 2005 el número de afiliados a la Seguridad Social en la comunidad era de 1.000.755 y para que la tendencia hubiese sido equiparable al alza del gasto en las pagas de los pensionistas Galicia debería tener 1,6 millones de cotizantes. Pero, lejos de ganar afiliados, los perdió. Son 934.032. Si la comunidad tuviese que sostener por su cuenta la nómina de las pensiones tendría que destinar el 14,3% de su PIB, tres puntos más que Japón, el país más envejecido del mundo.

"Es necesario que todos los niveles de la Administración pública entiendan que ahora toca gestionar poblaciones en declive y cada día más envejecidas", explica el profesor de la Universidade de Santiago y exdirector del Instituto de Estudos e Desenvolvemento de Galicia (Idega), Melchor Fernández. En su opinión, "las políticas pasadas no son adecuadas y deben revisarse en todos los ámbitos. Cuanto antes comencemos, mejores serán los resultados sobre el nivel de vida y bienestar de todas las generaciones". El presidente de la Escuela de Finanzas de A Coruña, Venancio Salcines, coincide con Fernández y reclama cambios en la política migratoria y medidas para recuperar capital humano, "especialmente para poblar el campo y personas formadas en tecnología e innovación".

ESangría poblacional. Para el presidente del Consello Galego de Colexios de Economistas, Miguel Ángel Vázquez Taín, son tres retos los que afronta Galicia este año y están ligados entre sí: la citada cuestión demográfica, el reequilibrio territorial (zona atlántica e interior) y "retener la población y, en especial, el talento que estamos formando -así como atraer población-, para lo que es indispensable crear oportunidades de trabajo". El economista de BBVA Research España Antonio Marín Campos también identifica esta cuestión como un "reto de primera magnitud". "Resulta imprescindible mejorar el atractivo de la comunidad para revertir el proceso de pérdida poblacional de la autonomía", sostiene. "Aunque es un problema complejo y prolongado en el tiempo, elevar la tasa de actividad de los jóvenes y, sobre todo, de los mayores de 54 años, es parte de la solución", incide.

La tasa de actividad de los menores de 25 años en Galicia es del 35%, seis puntos menos que la media estatal; la de los mayores de 54 años es de apenas el 20,7%, la segunda más baja del país solo por detrás de Asturias. En cuanto a la tasa de paro, y aunque en ambos casos Galicia sale mejor en la foto que el conjunto de España, más del 40% de los jóvenes no tiene empleo, una situación que afecta a cerca del 14% de los mayores de 54 años. En paralelo a esta cuestión, y en línea con la observación de Vázquez Taín, el economista de BBVA Research llama la atención en la necesidad de "ejecutar todas aquellas políticas públicas necesarias encaminadas a reducir el desempleo de larga duración y a favorecer la retención del talento". El Consejo de la Juventud cifró en 3.748 millones de euros la pérdida de la inversión educativa por la diáspora de los jóvenes gallegos entre 2015 y 2025.

Salcines abunda en esta idea de recuperar el talento que Galicia perdió durante la crisis y de captarlo también de otros países: "Debemos tener universidades abiertas al exterior (somos de los países con menos estudiantes extranjeros) y conectadas al mundo empresarial".

ECapital humano. El que retenerlo sea un reto es porque Galicia lo tiene. Así lo cree el portavoz de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Galicia (Asime), Enrique Mallón, si bien hay una parte que se debe recuperar "a través del crecimiento económico". El profesor de Economía y Empresa de la Universidade da Coruña (UDC), Andrés Faíña, considera que es vital que el talento se centre en la innovación, "en crear nuevas áreas de negocio, más allá de lo tecnológico, y repensarlas constantemente porque éste es un universo en continua expansión". Para Antonio Marín es preciso "potenciar" ese capital humano dado que los indicadores del nivel de la educación muestran "que la mejora sigue siendo insuficiente para converger con España".

EVentana al mundo. Faíña estima que los profesionales de la innovación deben mirar al exterior, fomentar las conexiones internacionales. "Antes la innovación era cerrada, secreta; ahora lo ideal es la colaboración con otros, open innovation: moverte, abrirte al mundo, contactos y redes", explica este profesor de la UDC. También apuesta por elevar la salida al exterior de los sectores tradicionales. La comunidad tiene un buen punto de partida, ya que sus exportaciones representan cerca del 8% del total de España cuando su peso en el PIB estatal es de poco más del 5%. "Tradicionalmente, la fortaleza de la economía gallega viene dada por su capacidad de abrirse al exterior", indica Antonio Marín. "Este soporte -continúa- quedó patente especialmente durante la crisis, en la que las empresas gallegas, acostumbradas a la competencia exterior, han seguido elevando sus ventas exteriores".

Pero el sector privado quiere más porque solo el 4,3% de las firmas gallegas son exportadoras, según el diagnóstico del Informe Ardán, editado por Zona Franca de Vigo, que cifra en 1.500 el déficit de compañías con penetración en el exterior. "Debemos seguir realizando esfuerzos en la internacionalización de nuestras empresas, sobre todo de las pymes", constata Mallón para el caso de la industria, con un peso del 17% en el PIB de la comunidad. "A favor de este sector está el reconocimiento de la mayor parte de nuestra industria en el exterior, especialmente del sector metalúrgico y sus grandes áreas de automoción, fabricación de elementos de transporte, naval, grandes estructuras y la industria conservera, pesquera, granito y turismo, entre otras", cita Mallón.

ESector agroalimentario y forestal. Melchor Fernández identifica un reto que se presume titánico porque nunca se le ha prestado la debida atención. "Es imprescindible vertebrar un sector con enormes potencialidades y que se encuentra con enormes dificultades para un desarrollo completo y competitivo", lamenta. "La falta de una visión de conjunto, global e innovadora, condena al complejo agroalimentario y forestal a rescates parciales tras interminables conflictos que están frenando el desarrollo de Galicia como referente en el desarrollo de una agricultura innovadora, productiva y sostenible", denuncia.

ELa política. Con unos comicios autonómicos y con la incertidumbre sobre la formación de Gobierno en España, Salcines reconoce que esta situación genera algo de inseguridad, pero asegura que la sociedad entiende que el país vive un cambio político y será paciente. "No creo esta incertidumbre perjudique antes de marzo o abril, porque la ciudadanía da un margen. La clave está en el consenso, porque la confianza en España y Galicia sale de los acuerdos", resalta el presidente de la Escuela de Finanzas de A Coruña. "Además, el crecimiento más inmediato va a venir vía consumo y confianza del consumidor", añade.

Mallón, que confía en que Galicia tenga un "crecimiento sostenible" este año, considera "imprescindible" que exista "estabilidad política tanto en España como en Galicia". Vázquez Taín confía en que la económica mundial y la situación política nacional, a la que se puede añadir también la autonómica" no frenen la tendencia de crecimiento ya iniciada.

EInversiones. El gabinete económico de CCOO ve primordial consolidar el crecimiento económico y que se traslade al empleo. "Galicia creció menos que el Estado estos años y la Xunta debe cambiar su política económica para recuperar el atraso acumulado", señala el economista del sindicato Manuel Lago. "Hay que invertir más para favorecer el crecimiento y liderar el impulso de los sectores estratégicos. Galicia fue la que más cumplió con las políticas de austeridad y el déficit y eso provocó un mayor atraso económico en relación con España", añade el sindicalista. Faíña también apuesta por elevar la inversión, pero "desde todos los ámbitos", con el objetivo de consolidar "el ecosistema gallego de innovación", centrado en el desarrollo de productos o servicios pensados para su comercialización.

Salcines también cree primordial que aumente el gasto, pero el de las familias, "que tiene efectos inmediatos en el crecimiento". Y para que puedan consumir más deben ganar poder adquisitivo. "Como es difícil vía salarios, es fundamental la mejora de los servicios públicos. Que las partidas de gasto más importantes de las familias (como sanidad, educación, transporte o alimentación) sean casi gratuitas para que los hogares tengan más dinero disponible y ganen capacidad de compra", explica este economista. Para sufragar ese mayor gasto de las administraciones en los servicios públicos, reclama una mayor eficiencia del gasto público con medidas como la fusión de ayuntamientos. "Toda Europa lo hizo, menos nosotros, y le va bien. Algunos países ya están en una segunda oleada de fusiones más ambiciosa", concluye Salcines.