Repsol traspasó su negocio de gas canalizado en el norte de España y Extremadura al Grupo EDP y a Gas Extremadura, respectivamente, por un importe total de 136 millones de euros, operación que le generará una plusvalía después de impuestos de 76 millones de euros, según informó ayer la petrolera española.

Concretamente, EDP compró unos 82.000 puntos de suministro de gas propano licuefactado (GLP), localizados en las áreas en las que es incumbente en gas (País Vasco, Asturias y Cantabria) por 116 millones euros. Sobre la nueva adquisición, EDP señaló que prevé una contribución anual al resultado bruto de explotación (Ebitda) de los activos adquiridos de cerca de 13 millones y que permitirán aumentar un 9% sus puntos de suministro de gas en España, hasta alcanzar un millón.

Esta venta, que deberá obtener las autorizaciones administrativas, se añade a la realizada en septiembre de 2015, cuando Repsol traspasó parte de sus activos de gas canalizado a Gas Natural Distribución y Redexis por 652 millones.