-Con lo de los países del norte daba alguna idea de por dónde debería ir el mercado laboral.

-Para mí el modelo es la flexiseguridad, los países del norte, con poco paro, salarios altos y trabajadores protegidos a los que no se deja en la cuneta. En el libro no defiendo este modelo porque creo que puede haber otros. Lo que sí digo es que hay que estudiarlos. No podemos seguir dando tumbos, sin debatir, sin ver los efectos perversos de determinadas medidas. Hay razones de procedimiento, de elaboración de normas, ante las que es un error pensar que si cambiamos a los políticos, lo resolvemos.

-Con lo que les cuesta formar un gobierno, no parece fácil, ¿no?

-Un Parlamento algo más fragmentado puede crear problemas de formación de gobierno, pero puede favorecer su mejor funcionamiento. Igual es una ingenuidad por mi parte, pero es una ocasión.

-Habla del populismo con otro concepto.

-Un concepto relativamente poco extenso. Populista es el gobierno que ofrece soluciones fáciles a problemas complejos y sin sacrificios.

-Dice que es algo en lo que incurrieron todos.

-No estoy de acuerdo en que aquí solo hacen populismo unos partidos de izquierda. Pongo ejemplo. El populismo del PP cuando hizo mesas petitorias para bajar el IVA cuando lo subió Zapatero, como un partido de indignados. Luego, en 2012, llega Rajoy al Congreso y dice que hay que hacerlo dos veces más. O cuando dijo que no iba a aportar dinero en las entidades financieras e inyectó 40.000 millones.