La Bolsa española continuó ayer con las caídas por el temor de los inversores a una nueva recesión de la economía mundial. El descenso de ayer fue del 2,3% y se sumó al del lunes negro, del 4,4%. Arcelor-Mittal registró ayer el mayor descalabro al perder el 10,3% de su valor. La caída de los precios de las materias primas y la competencia del acero chino siguen lastrando la cotización del gigante siderúrgico. Le siguieron Sacyr (-5,88%), Banco Sabadell (-5,69%), Mapfre (-5,52%) y Telefónica (-5,3%).

En la sesión de ayer el Ibex-35 se despidió del nivel de los 8.000 puntos tras perder casi un 7% de su valor en tan solo dos días. Con la prima de riesgo al alza, en 153 puntos básicos, el principal índice bursátil de la Bolsa española se dejó ayer un 2,39%, 194,5 puntos, hasta acabar en 7.927,6 puntos, niveles de finales de julio de 2013, lo que eleva las pérdidas en febrero por encima del 10% y las anuales casi hasta un 17%.

Todos los grandes valores cerraron en rojo, ya que BBVA se hundió un 4,67%; Santander otro 3,87%; Repsol, un 3,53%; Iberdrola, el 1,01% e Inditex, un 0,65 %. También el resto de la banca cotizada sufrió. Popular se dejó un 4,48%; Bankinter, otro 3,31%; Bankia, un 2,87% y Caixabank el 1,17%. En Europa, con el euro en 1,13 dólares, también fue un martes negro, puesto que todos los principales parqués cerraron con pérdidas, encabezadas por la Bolsa de Milán, cuyo sector financiero hizo perder al selectivo el 3,21%. Por su parte, París descendió un 1,69%, Fráncfort un 1,11% y Londres un 1%.

Sobre la Bolsa española pesó ayer la caída de más del 5% de la Bolsa de Tokio, que avivó las dudas de los inversores sobre el crecimiento mundial. Sólo cinco compañías del Ibex acabaron la sesión con ganancias, encabezadas por Gamesa, que subió un 5,55% ante los rumores de un principio de acuerdo para una fusión con Siemens, seguida de FCC con el 4,57%, el mismo día que la CNMV aprobó el folleto de la ampliación de capital de 709,5 millones de euros.