Los gestores de Fábrica de Cerámicas O Castro y Fábrica de Cerámicas Sargadelos confían en poder firmar hoy el acuerdo con sus acreedores que le permita superar el concurso en el que el grupo entró en abril de 2014. Las dos firmas suman una deuda de 9,7 millones de euros, según la propuesta de convenio, que incluye un plan de viabilidad en el que los responsables del grupo prevén unas ventas de 5 millones de euros para este año y de 9 en 2024. La firma rebaja sin embargo el pasivo a 7 millones "en obligaciones vencidas impagadas".

Los responsables de Sargadelos tienen esta mañana una importante cita en el juzgado de lo Mercantil número 2 de A Coruña, previsiblemente para firmar ese acuerdo, según ha podido saber este periódico. De la deuda que las firmas tienen sólo 2.248.675,82 son con los bancos. La mayor parte de esta cifra (2.016.780 euros) se corresponde con un crédito sindicado que tiene como garantía de pago el edificio que alberga la galería Sargadelos de Santiago, en Rúa Nova, y precisamente por eso tiene la categoría de pasivo con privilegio especial, por lo que según la ley debe ser la primera en ser saldado. Por eso el convenio prevé pagar esta deuda con un mandato de venta a las entidades financieras por un mínimo de 2,3 millones. Las entidades tendrían un plazo de seis meses para intentarlo aunque se podría prorrogar.

Las siguientes en pagar serían las deudas privilegiadas -que el grupo tiene con Hacienda, la Seguridad Social, el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa), la Diputación y trabajadores-, una cifra que en el caso de O Castro suma 876.000 euros y en el Sargadelos asciende a 902.170. El grupo pretende saldarla sus cuentas con Hacienda (513.544 euros) en cuanto salga del concurso y hacer lo propio con la parte inaplazable del pasivo privilegiado que tiene con la Seguridad Social para abonar el resto durante los próximos cuatro años y medio. La deuda privilegiada con la Seguridad Social asciende a 181.817 euros. Al Fogasa, Sargadelos tiene que devolverle 1.048.263 euros y ha planteado tres propuestas que van desde el abono íntegro de esta cifra en ocho años; una quita del 30% y el abono en cinco ejercicios o una rebaja del 50% de la deuda y el pago en un plazo de ocho años.

El grupo Sargadelos que preside Segismundo García Rodríguez, suma además otros 1.049.896 euros en deuda ordinaria repartida entre las administraciones, bancos, proveedores y trabajadores. Para todos ellos, Sargadelos propone una quita del 50% pero la espera sería de cinco años para las administraciones y de diez para el resto.

En créditos subordinados -los últimos en ser pagados- la compañía tiene pendientes 2,4 millones de euros. Entre estos pasivos la ley incluye los que han sido comunicados al juzgado de lo Mercantil fuera de plazo, los generados por intereses, multas y los contraídos con personas o sociedades vinculadas a la concursada, entre otros. En este apartado la planta de Lugo es la que aporta una cantidad considerablemente superior.

En primer lugar porque la planta de Cervo tiene 863.634 euros pendientes de pago con estas sociedades del grupo y 907.750 euros del crédito participativo de un millón de euros que la Xunta le concedió en 2010 para evitar un ERE. El convenio de Sargadelos prevé para estos acreedores una quita del 50% y una espera de diez años, pero ese plazo empezará a contar a partir de que los acreedores privilegiados y ordinarios hayan cobrado.