Si es uno de los 90.000 clientes a quienes Novagalicia (hoy Abanca) retiró la cláusula suelo de su hipoteca en 2013 tras la sentencia del Supremo que las anuló puede sumarse a una demanda colectiva que pretende recuperar todo lo abonado en cláusulas suelo desde el momento en que formalizó su préstamo hipotecario hasta 2013. El juzgado de Primera Instancia número 11 de A Coruña acaba de admitir a trámite la macrodemanda promovida por la Asociación Galega de Consumidores e Usuarios (Acouga) y defendida por el abogado y secretario de la asociación Xoán Antón Pérez-Lema.

El decreto judicial obliga además a Abanca a enviar antes del 15 de marzo una carta personalizada a cada uno de los clientes alcanzados por la demanda para informarles de su existencia y de los trámites que tienen que seguir para adherirse a ella, una decisión que el banco acatará a pesar de que cree que no resulta procedente por ser una cuestión ya juzgada.

El banco recuerda de este modo que el Tribunal Supremo ya anuló -a instancias de la asociación Adicae- las cláusulas suelo del 49% de su cartera hipotecaria (90.000 préstamos por valor de 6.600 millones, según los cálculos de NCG en 2013) por ser poco transparentes y, por lo tanto, abusivas en una sentencia que afectó también a BBVA y Cajamar. El alto tribunal ya entonces precisó que la nulidad no sería retroactiva y alegó que imponer el reintegro retroactivo de las cantidades comprometería la solvencia de las entidades financieras, un argumento que el abogado Xoán Antón Pérez-Lema considera "de patacón" y pretende derribar.

El éxito o fracaso de esta demanda está asociado sin embargo a lo que dictamine el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), que previsiblemente el próximo verano dictará otro fallo sobre los suelos hipotecarios españoles. Esta sentencia cerrará el procedimiento abierto por el TJUE tras recibir una cuestión prejudicial (una suerte de consulta) de la Audiencia Provincial de Granada, entre otros juzgados, que alertaba de que la doctrina del Supremo contravenía la legislación europea en defensa de los consumidores. La Comisión Europea ya defendió en estos años la devolución total de las cláusulas suelo españolas.

La asociación cree que a esta demanda se pueden unir incluso los clientes que ya hayan terminado de pagar la hipoteca después de diciembre de 2011, dado que el plazo de prescripción para estos supuestos es de cuatro años.

Acouga da por hecho que su demanda no saldrá antes de que resuelva el TJUE pero advierte de que si ésta es favorable a los consumidores, los clientes de Abanca tendrán que promover demandas individuales para exigir su dinero, mientras que el proceso para quienes se adhieran a la de Acouga será "más rápido y económico". El coste de sumarse a la macrodemanda es la asociación a Acouga, que cobra una cuota de 10 euros al mes. Si el TJUE da la razón al Supremo y confirma el actual estado de cosas, la macrodemanda será rechazada. El abogado Pérez-Lema, que considera que no existe un procedimiento judicial en la historia gallega con tantos afectados y una cuantía tan elevada, confía en que en mayo se celebre la vista previa del caso y que la sentencia llegue en verano.

Preferentes

El juzgado de Primera Instancia número 13 admitió por otra parte la demanda colectiva que esta misma asociación presentó por las preferentes de las antiguas cajas, especialmente indicada para los casos no afectados por un laudo arbitral o una sentencia y que según Pérez-Lema, es una buena opción para recuperar la quita aplicada por el rescate bancario.