Galicia es una comunidad de bajos salarios. De los más modestos del país. Y es también uno de los territorios que concentran mayor cantidad de población entre los tramos más bajos de salarios.

El 46,9% de las declaraciones de IRPF de 2013, por encima de las 590.000, están entre los 0 euros de rendimientos y los 12.000. Por lo que son trabajadores y jubilados que ni siquiera llegan a los 1.000 euros netos al mes en 12 pagas. Hay otros 323.083, el 25,6%, que están entre los 12.000 y los 21.000 euros brutos por ejercicio; y 345.842, el 27%, que superan los 21.000 euros al año. El 89% de las rentas de los gallegos viene del trabajo, según el IGE. Ese porcentaje de población que no alcanza ni el antaño famoso mileurismo es mucho más elevada en algunos ayuntamientos. En 172 de ellos es más del 60% de los residentes. Y en no pocos, otra vez, del interior de la comunidad, el porcentaje escala hasta el 80%. En Ribeira de Piquín y Chandrexa de Queixa, los ocupados y jubilados con menos de 1.000 euros al mes son el 83%.

En los municipios con las rentas más abultadas, en cambio, la proporción de mileuristas tiene poco que ver con estos datos. En Oleiros representan el 35%; el 38% en Mondariz-Balneario; y el 36% en As Pontes. Además de los rendimientos por trabajo, los gallegos declaran 910 millones por intereses de cuentas, acciones o seguros de vida.