El informe de actividad de 2015 de la defensora del pueblo, Soledad Becerril, revela que el año pasado la institución inició una actuación de oficio tras enterarse de que una anciana tuvo que estar cinco días sin luz y sin calefacción porque el banco no le permitió pagar el recibo por ventanilla, por el horario y días restringidos establecidos por las entidades para realizar estas operaciones.

Aunque ninguna disposición legal establece un horario obligatorio para que las entidades admitan el pago de recibos no domiciliados, la institución insiste en la necesidad de una modificación normativa que permita los pagos durante todo el tiempo que la entidad permanece abierta.