Pasó demasiado tiempo desde la resolución del concurso eólico de Galicia, más de cinco años, como para que todo siga igual. Por no seguir, no sigue ni su seguridad jurídica, tras la decisión del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) adelantada por LA OPINIÓN de anular las valoraciones de los planes industriales de los ofertantes y, por lo tanto, dar marcha atrás hasta casi el principio. Y del principio ya no quedan todos los que estaban.

La pizarrera Cupire Padesa, el empresario Ceferino Nogueira y Coren vendieron Vector Verde, una de las principales beneficiarias de la puja (117), en manos ahora del grupo Adelanta. Las filiales de las antiguas cajas en el sector (Galenova y Torre de Hércules) sumaron 106 MW, que ahora gestiona el grupo energético liderado por Honorato López Isla, ex consejero delegado de Unión Fenosa. Vento Continuo Galego (24), donde participaron los armadores de Vigo, ha llevado su sede para Barcelona; y al menos dos adjudicatarias, Aerogeneración Galicia y Enerxías Renovables de Galicia, han tenido que acometer en este tipo reducciones de capital para absorber pérdidas.