Más de 280.000 mujeres gallegas, casi el 50% de las activas, están por debajo del umbral de la pobreza en cuanto a ingresos, según denunció ayer el sindicato CIG con motivo de la presentación de las protestas convocadas para el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora. La central sindical sostiene que el 36% de las mujeres asalariadas, 162.484 gallegas, no llega a unos ingresos equivalentes al salario mínimo interprofesional (según datos de la Agencia Tributaria de 2014), a las que se suman 120.000 paradas (con un 43% de ellas que llevan más de dos años en esa situación y sin prestaciones), lo que eleva a más de 280.000 las mujeres "cuyos ingresos difícilmente les pueden permitir vivir dignamente". Una situación que, denuncia la CIG, deriva en una "feminización de la pobreza".

La secretaria confederal de Muller del sindicato, Margarita Corral, y la técnica de Economía Laboral, Natividad López, realizaron una radiografía de la situación de la mujer en el mercado de trabajo en Galicia marcado por la "precariedad". De hecho, llaman la atención sobre "nuevos" fenómenos derivados de la crisis. Por un lado, la aparición del "pobre laboral", una persona con trabajo pero con ingresos que no le permiten superar el umbral de la pobreza. Y por otra, el hecho de que las condiciones laborales entre hombres y mujeres tienden a "igualarse por abajo", los recortes a los hombres hacen que ambos sexos tiendan a confluir debido a la precarización, no por una mejora de las mujeres, y solo en algunos casos.