La Confederación de Cuadros y Profesionales (CCP) reclamó ayer, en el Día Internacional de la Mujer, horarios flexibles que permitan a las mujeres conciliar su vida laboral y familiar sin tener que reducir la jornada ni el sueldo. El sindicato reclama la jornada continua de 8 horas o la posibilidad de trabajar seis horas en el centro de trabajo y las otras dos horas restantes hacerlas mediante el teletrabajo.

También plantea que se reduzca a 30 minutos el tiempo de comida para poder salir antes del trabajo; contabilizar las horas de médico especialista de los hijos como las horas de médico de cabecera; conceder un mes de excedencia en verano para solventar los problemas de las vacaciones de los niños, y que las tutorías escolares tengan el mismo tratamiento que las horas de médico de los niños (remuneradas y aceptadas con un justificante).

"La conciliación de la vida laboral y familiar sigue siendo una asignatura pendiente, lejos de solucionarse, y va más allá de la baja por maternidad/paternidad. A día de hoy la mayoría de las empresas se acogen a lo estrictamente legal y sólo permiten conciliar con una reducción de jornada y, por tanto, de sueldo", denuncia la organización sindical. Las mujeres son las que principalmente se acogen a esta reducción, perdiendo parte de su salario, que además es inferior al de los varones. "El poder adquisitivo del colectivo femenino deja bastante que desear", subraya al respecto CCP.

Por otra parte, decenas de personas protestaron contra la precariedad laboral de las mujeres en una concentración en el centro de A Coruña. Convocados por el sindicato CIG, los asistentes clamaron consignas como "Estamos explotadas, non estaremos caladas", "Non somos niñas somos clase obreira" o "Beneficios millonarios, dependentas en precario", entre otras.