La multinacional textil coruñesa Inditex cuenta con 28 laboratorios en todo el mundo que se encargan de velar porque los productos que llegan al cliente son aptos en materia de seguridad y salud y carecen de cualquier sustancia de utilización "legalmente limitada". La compañía con sede en Arteixo diseñó con este objetivo el manual Clear to Wear, que es el resultado de analizar y asumir las legislaciones más restrictivas del mundo en materia de seguridad y salud textil y, en algunos casos, establecer incluso estándares más bajos de los que exige la normativa más rígida en el uso de algunos productos. Con ello busca cumplir la legislación de todos los países y poder vender sus productos por todo el mundo.

Uno de estos laboratorios es el que la firma SGS tiene en el polígono coruñés de Pocomaco, que realiza al año más de 29.000 ensayos a unas 2.100 prendas producidas para Inditex. El exhaustivo análisis afecta a la preproducción -materiales con que se confeccionarán las prendas-, producción y producto final y analiza si hay presencia de sustancias prohibidas, si el tejido es el que ponen las etiquetas y la resistencia de los colores y de la propia ropa. Unos análisis al nivel de cualquier serie de CSI. Pero con un añadido, que Inditex incluso "hace trampas" a los laboratorios y les envía prendas que no deberían pasar las pruebas para asegurarse de que cumplen con los estándares fijados y son fiables.