¿Por qué varía el precio del gas butano dependiendo del color de la botella o de donde la adquiera el consumidor? En teoría, el Ministerio de Industria, Energía y Turismo fija el precio máximo de la bombona de forma periódica. Sin embargo, en la práctica, los consumidores siguen sin entender por qué las bombonas plateadas cuestan más que las naranjas. Eso, de entrada. Pero el precio también varía dependiendo de la empresa suministradora o del local donde se adquiera.

El Ministerio de Industria revisó por última vez el precio del gas butano el pasado 19 de enero y lo fijó en 13,1 euros (impuestos incluidos) para la bombona de 12,5 kilos, lo que supone un incremento del 3% respecto al precio anterior (que era de 12,68 euros). Esta era la primera subida en casi tres años pues el precio regulado se mantuvo congelado desde mayo de 2013 hasta enero de 2015, en 17,5 euros. Desde enero del año pasado se abarató cinco veces, antes de la subida decretada a comienzos del presente ejercicio.

Los precios del gas licuado del petróleo se revisan en el tercer martes de cada mes impar, de modo que ese máximo de 13,1 euros por cada bombona estará vigente hasta el próximo martes. Pero muchos consumidores siguen sin entender por qué no es este el único precio presente en el mercado.

La respuesta está en el real decreto 8/204, del 4 de julio, que permite que el precio de la bombona sea libre si el envase pesa menos de nueve kilos. El Ministerio de Industria regula y fija el precio máximo para la venta de gas butano, pero solo para las botellas convencionales (las naranjas) que pesan más de esos nueve kilos en vacío. Las plateadas, sin embargo, pesan menos de nueve kilos en vacío y, por tanto, el precio es libre. Cada suministrador puede cobrar lo que quiera, aunque el contenido y la capacidad sea de 12,5 kilos, la misma que la de una botella convencional. Ahí reside el cambio de precios entre uno y otro envase, a lo que se suma que cada suministrador de las botellas de gas que comercializa Cepsa (las bombonas plateadas) también varía en función de su propio criterio.

En las últimas semanas los repartidores de las bombonas plateadas venden en A Coruña cada unidad a 14,5 euros, al quedar fuera del máximo de 13,1 euros fijado por el departamento que dirige en funciones José Manuel Soria.

La diferencia con el precio regulado es de 1,4 euros, mayor que la que existía antes de la última revisión de la tarifa. Cuando la bombona convencional costaba 12,68 euros (antes del 19 de enero pasado), las bombonas plateadas se comercializaban a 13,95 euros en la mayoría de establecimientos (1,27 euros más), aunque hay consumidores que aseguran haber pagado 15 y hasta 20 euros por una botella de gas. Y es que hasta el precio varía para las botellas convencionales. Si se adquieren en una gasolinera de Repsol hay establecimientos que cobran cuantías de 0,40 euros o 0,60 euros por manipular o abrir la jaula metálica donde se guardan los envases. También hay repartidores que incrementan el precio para recibir una propina obligada, según algunos clientes.

El Ministerio de Industria, sin embargo, explica que la "liberalización" del precio de los envases de butano y propano cuyo peso en vacío es inferior a nueve kilos (y que se denominan bombonas ligeras) se hizo con el objeto de "mejorar el servicio prestado al cliente, favoreciendo las condiciones de concurrencia y competencia del mercado de gases licuados del petróleo y garantizando un precio regulado a aquellos consumidores que primen el coste frente a otras prestaciones".

"Por ello, estas bombonas ligeras pueden ser más caras al no estar sujetas al régimen de precios máximos establecido en la orden IET/389/2015, de 5 de marzo para las bombonas pesadas (peso en vacío superior a nueve kilos) con carga igual o superior a 8 kilos e inferior a 20 kilos en las que se mantiene además la obligación de suministro domiciliario", concluyeron los representantes del Ministerio de Industria.