La intervención del Banco Central Europeo (BCE) evitó que la zona euro cayera en una situación de "deflación permanente" desde el año pasado y contribuyó en 0,66 puntos al crecimiento del área, según afirmó ayer el vicepresidente de la institución, el luso Vítor Constancio, en un artículo de opinión en el que advirtió del peligro de menospreciar la capacidad de la política monetaria ante la carencia de medidas fiscales y de reformas estructurales que combatan la ralentización y la desinflación.

El vicepresidente del BCE se preguntó qué opción queda si, ante la ausencia de estas políticas, tampoco se recurriese a las medidas de carácter monetario. Constancio indicó que, siendo "en gran medida cierto que la política monetaria no puede por sí misma aumentar el crecimiento tendencial", sostuvo que la tesis "es trivial", dado el riesgo de estancamiento de la economía.