El precio del barril de petróleo Brent -el de referencia para Europa- bajó casi un 35% el año pasado pero ese descenso sólo se trasladó en parte a los carburantes. De hecho, el abaratamiento afectó en mucha mayor medida al gasóleo que a la gasolina, que apenas sufrió variación de precio durante el año pasado. El litro de diésel se comercializó el pasado enero en Galicia a una media de 0,964 euros, un 13% menos que los 1,112 euros marcados en el mismo mes del año pasado, según el último informe Precios de carburantes y combustibles, de enero de 2016, publicado recientemente por el Ministerio de Industria, Turismo y Energía. Frente a ese descenso del 13% en el caso del gasoil, el precio de la gasolina apenas varió en un año en la comunidad gallega, al pasar de los 1,158 euros el litro de enero de 2015 a los 1,142 euros que costaba a principios del presente ejercicio, una bajada de sólo el 1,4%.

La menor incidencia del abaratamiento del crudo en la gasolina que en el gasóleo no es, sin embargo, algo exclusivo de Galicia. En el conjunto del Estado la situación es muy similar. El precio del diésel -el combustible predominante en el parque móvil español, con casi el 70% de las unidades- bajó un 12,8% entre enero de 2015 y el mismo mes de este año (pasó de 1,072 euros el litro a 0,934 euros) y la gasolina un 1,4%, desde los 1,129 euros el litro de principios del pasado ejercicio a los 1,113 del actual.

El descenso del precio del gasóleo en Galicia supone que llenar un depósito medio de 55 litros de este combustible cuesta este año 53 euros, más de ocho euros menos que los 61 euros que había que desembolsar doce meses antes. En el caso de la gasolina la variación es inferior al euro: llenar el depósito de este carburante en enero de 2015 implicaba un gasto en la comunidad gallega de 63,69 euros y en el mismo mes del presente ejercicio suponía 62,81 euros.

Otro de los cambios que revela el último informe del Ministerio de Industria sobre los combustibles es que la diferencia de precios entre Galicia, la media de España y las comunidades más baratas se estrecha por las modificaciones en el tramo autonómico del impuesto de hidrocarburos -antes conocido como céntimo sanitario- introducidas en algunos territorios.

En enero de este año Aragón empezó a cobrar, por primera vez, 2,4 céntimos por litro de combustible -tanto de gasóleo como de gasolina- en el marco del tramo autonómico del impuesto de hidrocarburos, mientras que Navarra decidió recuperar el céntimo sanitario tras dos años -2014 y 2015- sin cobrarlo y aplicarle la misma cuantía que su vecina del este. Mientras, Castilla y León decidió eliminar el tramo autonómico desde 2015 -el año pasado cobraba 1,6 céntimos por litro de carburante- y Andalucía se comprometió a devolverlo a transportistas y taxistas, una exención a los grupos profesionales que también rige en los casos de Aragón y Navarra.

Estos cambios hacen que las diferencias de precios de Galicia -segunda autonomía con los combustibles más caros tras Baleares- con las comunidades más baratas se estrechen. Si en enero de 2015 los gallegos desembolsaban un 8% más que navarros y aragoneses al repostar diésel, ahora pagan un 6,3% más que navarros y un 6,2% más que castellanoleoneses. Mientras, en el caso de la gasolina la brecha se amplía levemente. Si a principios del año pasado los consumidores de Galicia debían abonar un 6% más que navarros y aragoneses por el litro de carburante, ahora pagan un 6,4% más que los castellanoleoneses, que han pasado a ser los que tienen la gasolina con el precio más competitivo.

Mientras, el abaratamiento del gasóleo durante el año pasado provocó que el peso del céntimo sanitario (4,8 céntimos por litro en Galicia) en el precio total ascienda en la comunidad al 5%, frente al 4,3% de 2015. En el caso de la gasolina, el tramo autonómico del impuesto de hidrocarburos pasó de representar el 4,3% del precio al 4,2%.